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De CEBES Perquín
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|'''EMPLEOS GENERADOS POR EL PARQUE''' | '''EMPLEOS DIRECTOS'''| '''EMPLEOS TEMPORALES'''
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| rowspan="3" |'''CAFETALERO DE LOS MUNICIPIOS DE PERQUÍN Y ARAMBALA'''
Uno de los principales hallazgos obtenidos, es la identificación de cafetales relativamente jóvenes a lo largo del parque cafetalero, cuyo promedio no supera los 5 años de actividad dentro del territorio. Además, dichos propietarios de cafetales utilizan la producción como una forma de subsistencia o medio de vida familiar, cuyo fin es el autoconsumo y no la comercialización a través de asociaciones como cooperativas. Desde un punto de vista económico, el parque cafetalero presenta problemas de rentabilidad, cuyos ingresos por producción y los costos o precios de ventas han disminuido drásticamente en los últimos años, principalmente han sido afectados por castigos del mercado internacional, efectos ambientales y la disminución de rendimiento por presencia de roya. Bajo una perspectiva de escenarios climáticos, los sistemas agroforestales serán impactados sustancialmente entre 40% a nivel nacional por disminución de la idoneidad de condiciones ambientales para la producción (Hannah et al. 2017), además, se pronostica un declive de los principales polinizadores de café (lmbach et al. 2017), esto en términos de sostenibilidad de la actividad compromete al sector en un estado crítico todo el parque cafetalero nacional. Los municipios de Perquín y Arambala no son ajenos a esta realidad, ya que nuestros resultados demuestran aumentos de temperatura y disminución de precipitación en el área de estudio, además, se pronostica un declive sustancial de polinizadores para los próximos 30 años.
 
Sin embargo, a pesar de este escenario desfavorable, actualmente los sistemas agroforestales aportan importantes beneficios para ambos municipios. Uno de ellos, es su papel dentro de la infiltración dentro de la principal unidad hídrica para ambos municipios, aproximadamente el 40% del parque cafetalero aporta a la recarga hídrica del principal acuífero y afluentes superficiales de ambos municipios por su ubicación geográfica, es decir, la presencia del parque cafetalero en dichas zonas favorece a la disponibilidad de agua para consumo y regulación del clima, si lo comparamos con otros usos de suelo como potreros o centros urbanos, cuyo efecto es inverso a lo desarrollado por el parque cafetalero. Además, el parque cafetalero apoya en un 9% a la disminución de la erosión del suelo y ciclaje de nutrientes para ambos municipios a lo largo del paisaje, esto es favorable para la sostenibilidad de los cultivos y para la fijación de carbono atmosférico hacia el suelo.
Dentro del servicio del secuestro de carbono sobre el suelo y regulación del clima, el parque cafetalero aporta valores importantes dentro del paisaje, incluso mayores que el bosque natural de coníferas o bosque secundario. Además, fue evidente que áreas no alteradas o labradas por el ser humano dentro del paisaje, presenta mayores valores de carbono orgánico en suelo. Esto sugiere dar un giro en el manejo de los sistemas productivos de la zona, por tanto, una de las medidas a desarrollar debería ser que las instituciones locales inicien cambios en la metodología de producción hacia una agricultura basada en carbono “agricultura de carbono”, esto conlleva a la no labranza y reutilizar el material orgánico de subproducto de los cafetales como parte del ciclaje de nutrientes. Según algunos investigadores, utilizar pequeñas capas de compost o materia orgánica en el suelo, apoya a la fijación de nutrientes (Steiner et al. 2007) y esto favorece a los sistemas productivos, convirtiéndolo a cultivos más resilientes a escenarios extremos como sequías. Mas allá de ahorro económico que puede generar en la disminución de compra de fertilizantes químicos por el uso de subproductos o derivados del café, el aporte de la fijación de carbono como medida de regulación del clima y producción más resiliente al cambio climático, debería ser la prioridad.
 
Dentro del mercado de secuestro de carbono, se visualizó valores bajos de fijación en la mayoría de los cafetales, por tanto, el potencial de venta es bajo, aunado a ello, no todo el sector está organizado, lo que lo imposibilita a ser beneficiario dentro del mercado voluntario de carbono, cuya normativa generalizada es la participación del sector en un ente organizado (Seeberg-Elverfeldt 2010), además, los valores de tenencia de tierra estrictamente para uso de cafetal, son extremadamente bajos en la mayoría de propietarios, cuyo rango son menores a una manzana hasta 2 manzana por propietario. Dentro de los dos municipios existen al menos dos cooperativas que pueden llenar este vacío y participar como sector organizado, ya que del parque cafetalero en su conjunto es aproximadamente de 1,941.71 Mz, valor que supera incluso el parque cafetalero más próximo en el municipio de Osicala, Cooperativa San Carlos II, cuya área productiva no supera las 1000 Mz. Con la unificación del sector, puede fortalecerse con mayor facilidad iniciativas dentro del mercado de carbono o ajustarse de mejor manera a iniciativas no tan estrictas y de apoyo a medianos y pequeños productores como REDD+, entre otros (Seeberg-Elverfeldt 2010). Si bien, existen experiencias regionales que estos fondos no logran cubrir costos de mantenimiento de propiedades (Ávila et al. 2001; Seppänen 2002), son un aporte que actualmente pasa desapercibido, además de ser un incentivo por sus múltiples servicios ambientales que desempeñan en el paisaje a escala local, regional y global. Es probable emplear una iniciativa local de pagos por servicios ambientales, estrategia que ha sido exitosa en países como Costa Rica, lo que promueve un reconocimiento a los propietarios de finca a través de incentivos económicos, sin embargo, para llevar a cabo dicha iniciativa, se sugiere realizar estudios específicos que evalúen la viabilidad y rentabilidad de la propuesta.
Uno de los subproductos del manejo de finca es el uso de leña por parte de los propietarios, esta actividad es altamente lucrativa en el territorio, ya que existe un mercado potencial o una demanda latente que puede ser aprovechada. Sin embargo, este subproducto es aprovechado directamente por parte de los propietarios, lo que conlleva a un ahorro no despreciable para los costos de vida local. Por tanto, los cafetales proveen insumos y materias primas para el desarrollo familiar en el territorio, convirtiendo al sector como principal suministro de leña o madera producto del manejo de finca. Desde el punto de vista legal, el manejo de finca está normado y regulado dentro de la ley y apoyado por políticas forestales en el país (MAG 2012), convirtiéndolo en una fuente legal de materia prima, evitando el impacto por extracción dentro de bosques naturales.
El parque cafetalero dentro de su extensión alberga más de 300 especies de fauna, incluyendo insectos polinizadores de café. Estos valores de riqueza son altos si lo comparamos con áreas degradadas como potreros y áreas urbanas. Esta riqueza de especie deja entrever el papel importante de los sistemas agroforestales con la biodiversidad local, que, con buenas prácticas de manejo, favorecen la conservación de recurso genético importante para el país, incluso, sostiene poblaciones que están diezmando dentro de la región, como por ejemplo las poblaciones de anfibios (rana de cristal). Es importante reconocer que las condiciones climáticas están variando y con ello, variarían patrones espaciales de distribución de la biodiversidad o la extinción de muchos de ellos, como el caso de insectos y mamíferos polinizadores, esto conllevará a fuertes impactos dentro de los medios de vida de las familias y productores locales, disminuyendo su rendimiento por falta de polinización en sus cultivos, por lo que las acciones de manejo como disminución de uso de agroquímicos o establecimiento de especies forestales con flores, pueden tener un efecto positivo dentro de dichas poblaciones. Además, recuperación de fuentes de agua, creación de pequeños comideros para polinizadores, pueden generar atractivos para las especies y evitar migraciones masivas dentro del territorio. Por tanto, se sugiere desarrollar proyectos o programas para la rehabilitación del servicio ecosistémico de polinización, incentivar proyectos apícolas dentro de los propietarios de cafetal, crear espacios para el desarrollo de especies nativas de plantas con flores. Estas iniciativas pueden ser por mucho, más económicas que el reemplazo del servicio provisto por la naturaleza.
 
Bajo escenarios de aumento de temperatura y disminución de precipitación, es posible que estos servicios identificados puedan disminuir su rendimiento actual, por lo que es necesario realizar esfuerzos para sostener esta dinámica, disminuyendo la posibilidad de cambio de uso de suelo y promoviendo prácticas de recuperación de áreas degradadas. Por tanto, recomendamos evitar el cambio de uso de suelo agroforestal por usos que disminuyan cobertura vegetal, fuera de su rentabilidad económica, la sostenibilidad del bienestar humano que actualmente poseen ambos municipios está en riesgo. Por tanto, los diferentes servicios que otorgan los sistemas agroforestales en los municipios de Perquín y Arambala es alto y son prioritarios para generar bienestar humano y las estrategias de conservación del sector deben ir más allá de los fines lucrativos económicos y deben valorarse por los diferentes beneficios que otorga a sus habitantes y a la biodiversidad (Costanza et al. 1997; Daily 1997; Perfecto and Armbrecht 2003; Dıaz et al. 2005)
 
Logramos identificar un potencial del ecoturismo o turismo rural dentro del parque cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala. Existen casos documentados en la región donde el tu- rismo puede ser un complemento económico importante dentro de los medios de vida de las familias en áreas rurales (Santana et al. 2013). Además, según datos del BID, el turismo ha generado en años atrás en América Latina alrededor de $32.000 millones de ingresos directos en divisas, lo cual representa el 7,3% de las exportaciones totales y el 59% de la exportación de servicios comerciales (Altés 2006). Es evidente que existe un rubro el cuál ha beneficiado la economía nacional de muchos países de la región. En el caso de El Salvador, los ingresos no son despreciables, cuyos ingresos superan los mil millones de dólares con un crecimiento de 8 % aproximadamente con respecto al año 2017 (CORSATUR 2019). Sin embargo, este sector debe enfrentarse a muchos retos para generar condiciones para un incremento mayor cada año, prin- cipalmente, debe confrontar temáticas como de seguridad o delincuencia. A pesar de ello, los municipios de Perquín y Arambala poseen condiciones favorables para el desarrollo del turismo por sus bajos índices de delincuencia, además, posee un capital natural único para el país, un ecosistema de pino-roble con alta biodiversidad, ríos con buena calidad ambiental del agua, que lo posiciona como uno de los sitios con alto potencial turístico.
 
El turismo, visto desde un enfoque de apoyo económico a la actividad cafetalera, es posible. Muchos de los propietarios poseen condiciones favorables para emprender en nuevas alternati- vas que generen ingresos económicos y sostengan o contribuyan a mantener la actividad pro- ductiva en la zona. Su principal atractivo son los diferentes servicios ecosistémicos que provee el parque cafetalero para el bienestar humano en la zona, su contribución a la conservación de aguas superficiales, la capacidad de albergar fauna en la zona y la dinámica cultural del manejo de cafetal son un atractivo que puede impulsar un nuevo enfoque de turismo en la zona, un turismo enfocado en la sostenibilidad ambiental. Existe una tendencia generalizada a incentivar el turismo como una actividad que aumenta los ingresos económicos y fomenta la conservación del medio ambiente (Kieffer 2018). Por tanto, es necesario no descartar esta posibilidad como una alternativa de apalancar el sector cafetalero en la zona, por lo que deben existir condiciones que apoyen estos emprendimientos como financiamiento o microcréditos para generar un apa- lancamiento de los propietarios interesados.
Es necesario apoyar a los propietarios a embarcarse en nuevas iniciativas económicas en la línea de producción amigable con el ambiente y generar capacidades para iniciar nuevos em- prendimientos. Además, es necesario capacitar a nuevos microempresarios en tema de publici- dad y mercadeo, nuevas tendencias globales de turismo, de manera que posean herramientas para apalancar sus esfuerzos y generar condiciones favorables para sostener la actividad pro- ductiva de café y sostener el turismo como un derivado de dicha actividad. Con ello, no solo se apoya los medios de vida locales, a su vez, se apoya la conservación de los recursos naturales y sus múltiples servicios ecosistémicos, sosteniendo los niveles de bienestar humano actuales en la zona y generando condiciones favorables para sostener la económica familiar a través de adaptación a nuevas actividades productivas ante posibles cambios ambientales que podrían complicar la productividad de los sistemas agroforestales. Por tanto, el turismo es una alterna- tiva viable dentro del territorio como una fuente potencial de ingresos que apoyen al parque cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala.