Servicios Ecosistémicos del Parque Cafetalero en el Norte de Morazán

De CEBES Perquín
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  • Resumen ejecutivo

Los servicios ecosistémicos generan bienestar humano, contribuyendo a fuentes de agua, disponibilidade recursos o materias primas para el desarrollo de actividades productivas, fuente de alimento, aporte a la regulación local del clima, entre otros. Por tanto, en el presente documento se identifica los principales servicios ecosistémicos que proveen el parque cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala, así como se realiza valoraciones cualitativas y estimaciones económicas de los servicios ecosistémicos de abastecimiento, regulación, apoyo y cultural.

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En este documento se describe el sector cafetalero predominante de la zona, se estima que el parque cafetalero posee una extensión de 13.62 Km2 dentro de los municipios de Perquín y Arambala. Los cafetales poseen un promedio de 5 años de desarrollar la actividad comercial, sin embargo, existen cafetales con más de 50 años de actividad. El rendimiento promedio es de 3.48 quintales y el manejo definca es diverso, existe preferencia por especies de sombra típicas del parque cafetalero nacional y uso de especies frutales y huerta como acciones de diversificación. Los productores con mayor tiempo en el sector poseen mayor área de producción de café y materias primas, poseen mayor manejo de sus fincas, mayor número de obras de conservación de suelo, mayor ingreso por producción y han sido mayormentecafectados por la roya. Mientras que los propietarios recientemente establecidos en el sector poseen menor producción de café y materias primas, menor manejo de sus fincas, así como menor área de producción.

El parque cafetalero aporta significativamente el en servicio de secuestro de carbono aéreo y carbono en suelo. Según nuestros datos, el parque cafetalero puede aportar hasta 12 millones de toneladas de carbono en suelo y hasta 60 toneladas de carbono en arboles de sombra por hectárea o alrededor de 1,102 toneladas de carbono aéreo (cubierta forestal). Además, su extensión contribuye en un 40% de la filtración del agua al acuífero principal en la zona. También contribuye en un 9% a la disminución potencial de la erosión del suelo. Dentro de su territorio, alberga más alrededor de 17 especies polinizadoras de café y alrededor de 300 especies de fauna. Además, son una fuente directa de empleo en la zona y tiene capacidad de producir materia prima para e l autoconsumo y comercialización. Así mismo, posee potencialidad para el desarrollo de turismo como una alternativa económica amigable con el ambiente viable.

Los servicios ecosistémicos derivados del sector cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala son importantes para sostener el bienestar humano actual. Por tanto, los diferentes servicios que otorgan los sistemas agroforestales son prioritarios y las estrategias de conservación que se diseñen para el sector cafetalero deben ir más allá de los fines lucrativos económicos y deben valorarse por los diferentes beneficios que otorga a sus habitantes y a la biodiversidad para ambos municipios y para la región norte del país. Bajo escenarios de aumento de temperatura y disminución de precipitación, es posible que estos servicios identificados puedan disminuir su rendimiento actual, por lo que es necesario realizar esfuerzos para sostener esta dinámica, disminuyendo la posibilidad de cambio de uso de suelo y promoviendo prácticas de recuperación de áreas degradadas. Por tanto, recomendamos evitar el cambio de uso de suelo agroforestal por usos que disminuyan cobertura vegetal, fuera de su rentabilidad económica, la

sostenibilidad del bienestar humano que actualmente poseen ambos municipios está en riesgo.

1. Introducción

EI concepto de servicios ecosistémicos ha retomado auge en Ias úItimas décadas dentro de muchas investigaciones a niveI gIobaI, principaImente en discusiones de trabajo dentro de Ios tomadores de decisiones. Su utiIización corresponde a Ia necesidad de visuaIizar Ias reIaciones existentes entre Ios ecosistemas y eI aporte de cada uno de eIIos en eI bienestar de Ias comunidades (BaIvanera and CotIer 2007; Peh et aI. 2013). En términos generaIes, Ios servicios ecosistémicos se entienden como Ios diferentes beneficios que Ias personas obtienen de Ios ecosistemas, que pueden agruparse en cuatro categorías generaIes; servicios de provisión, servicios de reguIación, servicios cuIturaIes y servicios de apoyo (MEA 2005).

Bajo este contexto, se pueden estudiar y comprender Ios diferentes víncuIos sociaIes, ecoIógicos y económicos que derivan de Ios ecosistemas. Sin embargo, para Ia evaIuación de cada una de eIIas, se requiere diferentes herramientas y conocimientos para determinar aproximaciones a Ia comprensión de cada uno de Ios servicios. ActuaImente, existen muchas técnicas y metodoIogías para reaIizar aproximaciones a Ia comprensión de Ios servicios ecosistémicos, desde técnicas compIejas con aIto grado de capacidades como mapeo, teIedetección sateIitaI, hasta herramientas senciIIas de participación comunitaria como consuItas IocaIes, encuestas y entrevistas (Peh et aI. 2013; VaIuES 2018).

A pesar de Ia existencia de herramientas y un interés por generar capacidades IocaIes para Ia toma de decisiones con respecto a Ios servicios ecosistémicos, existen probIemas gIobaIes y IocaIes que amenazan Ia disminución de Ios diferentes servicios ecosistémicos, sin antes tener una visión reaI de su importancia en eI bienestar humano. Estas amenazas son producto de cambios drásticos por eI aceIerado cambio de uso de sueIo, pérdida de cobertura forestaI y efectos gIobaIes deI incremento de temperatura y producción de dióxido de carbono (Tanabe and Wagner 2003; Rubin and De Coninck 2005). Este panorama gIobaI no es ajeno a EI SaIvador, de hecho, se estima aIta vuInerabiIidad de todo eI país ante fenómenos naturaIes productos de cambio cIimático (MARN 2006). Aunado a Ia aIta deforestación y fragmentación de Ios ecosistemas, histórico y actuaI a Io Iargo deI paisaje, que genera un estado de coIapso ambientaI en sus ecosistemas más importantes (Crespin and Simonetti 2015; 2016).

A pesar de eIIo, eI estabIecimiento de sistemas agroforestaIes como cafetaIes bajo sombra en EI SaIvador, ha contribuido históricamente dentro deI sostenimiento de parte  

de la biodiversidad del país, amortiguando el estado crítico de la desforestación y pérdida de bosque (1-2% de la extensión nacional corresponde a bosque primario) (MARN 2018). Actualmente estos sistemas agroforestales representan alrededor del 8% de la cobertura forestal nacional y contribuyen alrededor de 132 t/ha dentro del servicio de secuestro de carbono (MARN 2018). Es evidente que existe una contribución significativa por parte de los agrosistemas dentro del paisaje salvadoreño. Sin embargo, dichos agrosistemas están sometidos a presiones de cambio de uso de suelo (lotificaciones) debido a la inestabilidad del mercado internacional del café y los constantes problemas fitosanitarios que presentan las plantaciones (roya), aumentando la vulnerabilidad y rentabilidad económica del sector a nivel regional (Flores 2002; Ortiz Ceballos et al. 2004).

En este contexto y dentro del marco del proyecto denominado “Restauración de paisajes 100 hectáreas mediante el establecimiento de Sistemas Agroforestales basados en café para incrementar el parque cafetalero en municipios del Área de Conservación Nahuaterique” ejecutado por PADECOMSM-FIAES, se pretende realizar la identificación, delimitación y mapeo de las áreas con posibilidad de intervención para el fortalecimiento del parque cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala, bajo el enfoque de servicios ecosistémicos con la finalidad de generar líneas base para establecimiento de estrategias de apalancamiento del sector en dos municipios del departamento de Morazán.

Por tanto, nuestra empresa, UDP Ciencias Neotropicales, desarrolla una propuesta metodológica para la realización de la consultoría denominada “Estudio de identificación y valoración de servicios ecosistémicos que aporta el parque cafetalero como sistema agroforestal en el territorio” para dos municipios de la zona norte de Morazán acorde a las necesidades locales de desarrollo y de los objetivos de trabajos que desarrolla la Asociación Patronato para el Desarrollo de las Comunidades de Morazán y San Miguel (PADECOMSM) y el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) en el territorio. Cuyos objetivos principales son

a) Identificar y valorizar los servicios ecosistémicos que aporta el parque cafetalero en los municipios de Perquín y Arambala;

b) Conocer los beneficios que las buenas prácticas agrícolas implementadas en el manejo de las fincas de café en los ecosistemas;  

c) Socializar la información para generar conciencia sobre la importancia que tienen los sistemas agroforestales;  

d) Proporcionar información básica para diseñar un sistema de apalancamiento técnico y financiero para fomentar la implementación de buenas prácticas agrícolas en el manejo de las fincas cafetaleras en el territorio.


Problemática del parque cafetalero los servicios Ecosistémicos

Los cafes brindan diferentes SE y son fuertes de ingresos económico.

Sin embargo, debido a la caída en el mercado internacional y los diferentes efectos del cambio climático,

disminuyen el desarrollo de esta actividad, dejando sin alternativas a pequeños productores, propiciando el cambio de uso de suelo.

2.Planteamiento del problema

Históricamente, EI SaIvador ha sufrido cambios drásticos dentro de sus ecosistemas, incIuso, aIgunos autores sugieren que Ios ecosistemas más importantes presentan es- tado de coIapso según indicadores ambientaIes (Crespin and Simonetti 2015; 2016). Según vaIoraciones de Ios ecosistemas, se estima que entre 1998 y 2001, Ios ecosiste- mas saIvadoreños se han reducido en 2.6% sus servicios, equivaIente aI 44% deI PIB de EI SaIvador, dicha disminución de servicios es producto de modificaciones o reducción de Ia cobertura forestaI (Crespin and Simonetti 2016). Este panorama no es aIentador para EI SaIvador y cada vez se encamina a incrementar su vuInerabiIidad ambientaI pro- ducto de cambios drásticos de Ios ecosistemas por eI desenfrenado desarroIIo de Ia agricuItura, ganadería y desarroIIo urbanístico.

En eI más reciente estudio eIaborado por eI Estado SaIvadoreño, reporta que para eI 2018 se ha incrementado Ia cobertura forestaI a un 38% deI totaI deI territorio, donde aproximadamente un 8% corresponde a sistemas agroforestaIes (MARN 2018). Estos resuItados evidencian un crecimiento de bosques secundarios para EI SaIvador, repre- sentando aproximadamente eI 22% deI territorio nacionaI. Estos resuItados sugieren una recuperación de Ia cobertura forestaI nacionaI, sin embargo hay que destacar que eI anáIisis contempIa áreas con mayor cobertura forestaI ubicada en Ios boIsones de Ia región reconocida como Nahuaterique, área que no pertenece a EI SaIvador desde hace aproximadamente 20 años (Suazo and Rajo 1997). Esta consideración puede generar sesgo dentro deI anáIisis de recuperación forestaI nacionaI. También es importante notar que eI anáIisis de primer Inventario NacionaI de Bosque de EI SaIvador (IBN) parte de Ias premisas desarroIIadas por eI MARN en eI mapa base de uso de sueIo 2011, mapa que está sujeto a discusión por diferentes aspectos técnicos de escaIa y metodoIogía utiIizada. Pese a eIIo, es evidente que EI SaIvador posee probIemas con respecto a su cobertura forestaI, cuyo efecto ha conIIevado a Ia pérdida de sus ecosistemas prístinos a Io Iargo deI país y ha IIevado a innumerabIes pérdidas de especies y deterioro deI bie- nestar humano.

Bajo este escenario, Ios sistemas agroforestaIes en EI SaIvador, específicamente, Ios cafetaIes bajo sombra han desarroIIado aIgunas de Ias funciones y servicios que Ios bosques naturaIes proveían a Ia pobIación saIvadoreña. ConvirtiéndoIos en ecosistemas fundamentaIes para eI bienestar de Ia pobIación, contribuyendo a Ia conservación de muchas especies de fauna, sitios de recarga hídrica y grandes sumideros de carbono. Por tanto, bajo eI supuesto que Ios sistemas agroforestaIes no existiesen (aIrededor deI 10% cobertura deI territorio saIvadoreño), representaría un coIapso ambientaI, sociaI y económico para eI país. A pesar de su gran importancia para eI desarroIIo deI país, este sector presenta múItipIes probIemas que atentan con Ia actividad productiva, iniciando

por la caída de precios del café, la alta competencia de producción y problemas relacio- nados con variables biofísicas producto del calentamiento global (Flores 2002; Ortiz Ceballos et al. 2004; Sosenski and Domínguez 2018). Esto deja vulnerable al sector productivo a escalas exorbitantes, al punto del colapso del sector por falta de rentabili- dad económica para el desarrollo de la actividad, dejando tres posibles escenarios para pequeños y medianos productores: a) abandono de la actividad, permitiendo que el ca- fetal sufra cambios producto de la regeneración natural, b) cambio de uso de suelo para el desarrollo de actividad con mayor tasa de rentabilidad económica, c) venta de terrenos para lotificaciones o desarrollo urbano. Dentro de estos tres escenarios, el primer escenario permitiría una recuperación funcional de los servicios ecosistémicos (Chazdon 2014), mientras que los otros dos, podría conllevar a un desequilibrio de los servicios ecosistémicos y un impacto dentro de los recursos naturales.

Estos escenarios no han pasado desapercibidos en El Salvador y existen muchas instituciones que realizan esfuerzos para la reactivación del sector y conservación de los recursos naturales para sostener e incrementar el bienestar humano. En este sentido, la Asociación Patronato para el Desarrollo de las Comunidades de Morazán y San Miguel (PADECOMSM) y el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), han desarrollado alianza dentro del territorio de la zona norte de Morazán, fortaleciendo las estrategias a través del proyecto “Restauración de paisajes mediante el establecimiento de Sistemas Agroforestales basados en café”. Esta iniciativa está basada en el Plan de Desarrollo Local Sostenible 2016-2030 (PDLS) del Área de Conservación Nahuaterique, el cual tiene como principal meta promover la conservación de los paisajes, los ecosis- temas, las especies y la variación genética, fomentando el desarrollo humano desde los puntos de vista sociocultural, ecológico y económico. Bajo este contexto, esta investigación evalúa algunos de los principales servicios ecosistémicos que proveen los sistemas agroforestales en los municipios de Arambala y Perquín, dos municipios que se han caracterizado por la producción de café de altura en las últimas décadas.

Esta investigación de tipo descriptiva utiliza diferentes técnicas de identificación y valoración de los servicios ecosistémicos para el sector cafetalero, con la finalidad de que tomadores de decisiones en el territorio cuenten con una herramienta para la gestión pertinente dentro del desarrollo de estrategias o proyectos locales. Con ello, se espera generar línea base para estudios posteriores enfocados en un sistema de apalanca- miento del sector a través del enfoque ecosistémico.

3. Servicios Ecosistémicos: definición y conceptos claves

EI origen deI concepto de servicios ecosistémicos es reIativamente reciente y eI empIeo de este concepto surge por Ia necesidad de científicos y tomadores de decisiones de generaIizar eI efecto de Ios ecosistemas dentro de Ias actividades cotidianas y producti- vas deI ser humano (Montes 2007). EI concepto probabIemente se formaIizó hace dos décadas atrás y se utiIiza para expIicar Ias condiciones y procesos que generan Ios ecosistemas y Ias especies para satisfacer y sostener Ia vida humana (DaiIy 1997), sin embargo, más recientemente, muchos investigadores e instituciones utiIizan Ia definición empIeada por MEA (2005), donde se expresa como Ios servicios que Ias personas reci- ben de Ios ecosistemas. Sin embargo, aIgunos autores sugieren ampIiar eI concepto a Ios diferentes componentes y procesos de Ios ecosistemas que son consumidos, disfrutados o que aumenta eI bienestar humano (Boyd and Banzhaf 2007).


Pero para entender mejor Ia definición y Ios componentes de Ios ecosistemas que pue- den ser aprovechados para eI bienestar humano, es necesario estabIecer otras defini- ciones cIaves. Por ejempIo, eI concepto de bienes ambientaIes, que se entiende como un recurso procedente de Ia naturaIeza que generan insumos que pueden ser utiIizados, transformados y comerciaIizados por eI ser humano, por ejempIo, Ia Ieña, uso de pieIes, frutos, mieI, madera, semiIIas, entre otros, estos bienes tienen Ia característica de ser finitos, es decir, existe un número Iimitado de recurso o insumos (Boyd and Banzhaf 2007). Mientras que Ios servicios ecosistémicos o servicios ambientaIes son beneficios que se obtienen de Ia naturaIeza que no son trasformados por eI hombre, por ejempIo, producción de oxígeno, secuestro de carbono, entre otros (Boyd and Banzhaf 2007). También debe comprenderse eI concepto de ecosistema, que puede definirse como un compIejo dinámico de comunidades de pIantas, animaIes y microorganismos, incIu- yendo su entorno inorgánico (agua, sueIo, aire, etc.) que interactúan como una unidad funcionaI (MEA 2005).

Dentro de Ios servicios ecosistémicos, pueden cIasificarse en cuatro categorías (MEA 2005; VaIuES 2018;

FAO 2019b):

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Servicios de abastecimiento

Los beneficios materiaIes que obtienen Ias personas de Ios ecosistemas son IIamados “servicios ecosistémicos de provisión”. IncIuyen, por ejempIo: agua, aIimento, madera y otros bienes.

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Servicio de regulación

Los “servicios ecosistémicos de regulación”, son aquellos que proveen los ecosistemas al contribuir a mantener la calidad del aire y suelo, al controlar las inundaciones y enfermedades y polinizar cultivos.

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Servicio de apoyo

Proporcionar espacios vitales para la diversidad de plantas y animales, los cuales constituyen la base de todos los ecosistemas y sus servicios.


Servicio cultural

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Los beneficios intangibles que las personas obtienen de los ecosistemas se conocen como “servicios ecosistémicos culturales”. Incluyen la apreciación estética, la identidad cultural, la recreación, el sentido de pertenencia y las experiencias espirituales relacionadas con el ambiente natural y el paisaje.


Es importante reconocer que dentro de los servicios ecosistémicos se pueden clasificar en dos categorías de acuerdo con su percepción económica y social. Dentro de estas categorías los beneficios obtenidos de los ecosistemas se clasifican en directos e indirectos. Cuando los beneficios son directamente percibidos por el hombre son beneficios directos, por ejemplo, cuando se reciben ingresos económicos provenientes de un ser-

vicio como el agua, madera, secuestro de carbono (Costanza 1992; Montes 2007; Balvanera 2012). Mientras que los beneficios indirectos son aquellos beneficios que no se perciben directamente y que a menudo pasan desapercibidos por la sociedad, por ejemplo, la polinización, producción de oxígeno, ciclaje de nutrientes, paisaje, entre otros (Costanza 1992; Balvanera and Cotler 2007; Montes 2007).

   3.1 Importancia de los servicios ecosistémicos

La importancia de los servicios ecosistémicos poniendo al ser humano como eje central, contribuyen al bienestar y desarrollo de las sociedades, proveyendo alimento, refugio, salud, recreación, inspiración espiritual e identidad cultural (ValuES 2018). Sin embargo, analizando desde un enfoque holístico, los diferentes servicios ecosistémicos mantienen un equilibrio dentro de la naturaleza, sosteniendo las diferentes relaciones bióticas y abióticas dentro de los ecosistemas y su biodiversidad a través de los ciclos biológicos. Además, los servicios pueden contribuir al desarrollo humano dentro de la dinámica económica-social, proveyendo materia prima y buenas condiciones ambientales para el desarrollo de la industria, agricultura y el sector de servicios (ValuES 2018).

A pesar de la importancia de los servicios ecosistémicos para el desarrollo de la vida y el bienestar humando, enfrentan muchos problemas que atentan con el equilibrio y disponibilidad de los servicios que garanticen el bienestar humano. Una de las problemáticas que presentan los diferentes servicios ecosistémicos, es la alta demanda de estos servicios por el hombre. Por ejemplo, según algunas estimaciones a nivel global, para el año 2050, se espera un aumento de la población en 3 mil millones de personas y un crecimiento de 400% de la economía, lo que implica un aumento drástico de la demanda y consumo de recursos biológicos y físicos. El problema que plantea la creciente de- manda de los servicios que prestan los ecosistemas se combina con una degradación cada vez más dramática de la capacidad que tienen los ecosistemas para prestar dichos servicios (MEA 2005).

Uno de los principales servicios que se ven afectados por el uso excesivo de agroquímicos, es el servicio de polinización, un problema que puede desencadenar inconvenientes dentro del sector productivo a nivel global. Según algunos autores, aproximadamente el 80% de las especies que producen flores depende de polinización por diferentes especies de fauna, principalmente por insectos, y de esta cifra, el 35% de las plantas repre- sentan el sector de producción de alimento (FAO 2019a). Es evidente que los servicios ecosistémicos como la polinización juegan un papel importante dentro del bienestar hu- mano, sin embargo, este servicio se ve amenazado por el declive global de polinizadores debido principalmente a la fragmentación de ecosistemas, perdida de cobertura vegetal, degradación de hábitat de las especies polinizadoras (Lázaro and Tur 2018). Aunado a ello, otros autores sugieren que los efectos del cambio climático alteran la estabilidad de los ecosistemas, ya que presenta un efecto negativo dentro de la distribución espacial de las plantas y cambios de los patrones temporales de floración (Obeso and Herrera 2018). Estos problemas están influyendo dentro de la disponibilidad de alimento para muchos insectos, mamíferos voladores y aves, incluso, pueden incidir en el desplaza- miento de polinizadores en ausencia de condiciones favorables para su desarrollo, a su vez que facilita la colonización de especies invasoras y afectar las abundancias o muerte de muchos de ellos (Montero-Castaño et al. 2018).

Es importante reconocer el papel de los servicios ecosistémicos y su función en la dinámica de las sociedades para identificar estrategias de sostenibilidad que garanticen el bienestar humano. Es crucial para los tomadores de decisiones conocer sobre la importancia de los servicios e identificar aquellos que son altamente necesarios para el desarrollo de actividades productivas (agua, suelo, biodiversidad) o que garanticen las condiciones óptimas para el buen desarrollo del ser humano. A su vez, es necesario crear mecanismos para garantizar una dinámica social en favor a la sostenibilidad de los re- cursos, a través de extracción sostenible y conservación de ecosistemas claves que aportan o contribuyen a la conservación de los servicios ecosistémicos. Sin una planificación o estrategia de manejo y conservación de los servicios ecosistémicos, con un

incremento desmesurado de los recursos y el latente cambio climático, muchos servicios pueden verse comprometidos y cambiar la dinámica actual de diferentes sectores productivos y el bienestar humano.

3.2 Valoración de los servicios ecosistémicos:¿por qué valorar los servicios ambientales que aportan los ecosistemas?

En las últimas décadas, la ciencia y tecnología ha permitido dar grandes avances en la comprensión de nuestro entorno. Gracias a ello, se han logrado visualizar importantes problemas globales que amenazan el bienestar humano, debido al sobrecalentamiento del planeta por los gases de efecto invernadero y el desmedido desarrollo de la agricul- tura, desarrollo urbano, minería, agricultura y el desarrollo industrial en el planeta (IPCC 2018). Según reporte de IPCC (2018) alertan a las autoridades a dar un giro drástico en la toma de decisión acerca del uso de sus recursos por el bien del planeta, generando condiciones para el uso racional y sostenible de los recursos naturales y conservación de las grandes fuentes de recursos como masas forestales, reservorios de agua, que garanticen ciclos hidrogeológicos, secuestro de carbono, ciclaje de nutrientes y refugio para la biodiversidad global.


Como parte de una de las estrategias globales para garantizar el bienestar humano, muchos autores ven una oportunidad dentro de la valoración de los servicios ecosisté- micos como parte de incentivos para la conservación de la dinámica de los ecosistemas y sostenibilidad de las actividades productivas y culturales del ser humano (Costanza 1992; Goodland and Daly 1996). Los ecosistemas han generado múltiples servicios al hombre a lo largo de la historia, algunos de los beneficios catalogados como bienes, como especies de interés comercial, cinegético, pesquero, ganadero, agrícola o forestal. También han brindado beneficios a través de su funcionamiento dentro del ecosistema como unidad funcional, como el abastecimiento de agua, la asimilación de residuos, la fertilidad del suelo, la polinización, el placer estético y emocional de los paisajes, etc. Esta dinámica entre bienes y servicios son vitales para la economía y desarrollo cultural del ser humano (Lomas et al. 2005).

Uno de los principales desafíos para muchos investigadores y tomadores de decisiones es determinar el valor de cada uno de los servicios que proveen los ecosistemas. Sin embargo, algunos de ellos pueden ser determinados con el apoyo de comunidades lo- cales que se encuentran vinculadas directamente con el servicio y sus beneficios pue- den ser fácilmente cuantificables en términos de mercado, como, por ejemplo, el tu- rismo asociado a los Áreas Naturales Protegidas (ANP), producción de café, almacenaje o secuestro de carbono aéreo y en suelo, entro otros. Mientras que muchos otros servi- cios no están valorados en el marco de la economía local o global y pasan desapercibi- dos por sus beneficiarios y por el mercado global (Costanza et al. 1997; Daily 1997; Daily et al. 2000). Este efecto puede desencadenar grandes problemas ambientales por la no valoración de dichos servicios, por lo que es necesario identificar cada uno de los aportes que los ecosistemas generan a la economía, a través de los bienes y servicios,

con el propósito de dar valor al capital natural, capital que sobre cualquier otro capital, es el encargado de generar las condiciones de desarrollo y bienestar humano que cono- cemos actualmente (Goodland and Daly 1996; Daily 1997; Daily et al. 2000).

En este contexto, muchos sistemas productivos, principalmente aquellos que generan condiciones favorables para el ambiente, como sistemas agroforestales, sistemas silvo- pastoriles, apicultura, entre otros (González et al. 2007; Sosenski and Domínguez 2018), generan servicios ambientales que favorecen dentro de los ciclos de agua, se- cuestro de carbono, polinización, favoreciendo no solo sus economías, sino a muchas poblaciones que se benefician indirectamente de la actividad a través de disponibilidad de agua, disminución de los gases de invernadero, obtención de frutos y semillas, pro- ducción de oxígeno, paisaje, conservación de biodiversidad, en otros. Sin embrago, a pesar de los beneficios que se pueden obtener de estas actividades productivas, en muchos casos el mercado no suele reconocer el valor que posee las buenas prácticas o los beneficios externos que generan dicha actividad económica (Perfecto and Armbrecht 2003).

3.3 Algunas consideraciones para la valoración de Servicios ecosistémicos

Existen muchos métodos y limitaciones para la valoración de servicios ecosistémicos, una de las principales dificultades es el valor de percepción del servicio. Por ejemplo, un servicio valorado por comunidades de bajos ingresos económicos será relativamente baja en comparación a comunidades que tienen mayores ingresos económicos. Por tanto, surgen los conceptos de valor relativo o escasez relativa, que se asigna de acuerdo con diferentes percepciones de los valores de un bien o recurso (Bustamante and Ochoa 2014). Dentro de la valoración podemos clasificarlos en dos líneas, unos servicios eco- sistémicos con valor en el mercado y la otra sin valor dentro del mercado. Dentro de esta última clasificación, las metodologías trabajan con valores relativos o de valores de per- cepción como, por ejemplo, costo de viaje que es un valor que se agrega a un servicio cultural como el turismo, aquí se considera el costo que incurre una persona para reali- zar una actividad recreativa, con lo cual puede valorar dicho servicio. Otra metodología es a través de valor de contingencia, esta metodología busca valorar bienes y servicios que carecen de mercado, a través de la creación de un mercado hipotético, por ejemplo, el valor que estaría dispuesto a pagar una población que se beneficia por un servicio. También puede valorase un servicio a través de transferencia de beneficios, este surge a través de estudios específicos que valoran y cuantifican un servicio y que pueden ser replicados en otros sitios utilizando dichos estudios como línea base.

Otras metodologías que contribuyen a valorar los servicios ecosistémicos son aquellas que poseen un valor dentro del mercado. Una metodología útil es cuantificar el valor de

reemplazo de un servicio ecosistémico, por ejemplo, una comunidad extrae agua de un río de manera directa, pero en el caso de que pierdan el servicio ambiental, deberán extraer agua a través de pozos o extracción de ríos aledaños, lo cual incurre en un gasto, esta inversión puede ser reflejada dentro del valor del servicio ecosistémico brindado por el río y el bosque (Bustamante and Ochoa 2014). Por otro lado, otra metodología es utilizar el costo evitado, que no es más que el valor que conlleva mantener un bienestar humano trasladado a un bien o servicio ecosistémico, por ejemplo, la salud, al contami- nar o talar un bosque se conlleva a daños dentro de la salud humana, ese daño se refleja en gastos de medicamento, gastos hospitalarios, hasta la muerte misma, en este sen- tido, la suma de todo los gastos que se pueden incurrir en la salud de una población por un daño ambiental, puede ser el valor utilizado para valorar un servicio ecosistémico.

3.4  Mapeo de servicios ecosistémicos: técnicas y modelos de medición de servicios ecosistémicos

los Uno de principales retos para muchos investigadores es la selección de metodologías para identificar los servicios ecosistémicos. Una metodología utilizada es el levantamiento espacial o mapeo de servicios ecosistémicos, esta metodología permite la visualización gráfica y georreferenciada de un servicio ecosistémico en particular. Para ello, existen muchas metodologías y diferentes herramientas de trabajo, desde herramienta como información levantada con un GPS, hasta diferentes técnicas desarrolladas con Sistemas de Información Geográfica SIG (Harrison et al. 2018). Por ejemplo, el servicio de provisión de madera puede mapearse fácilmente con una georeferenciación espacial de la ubicación de la plantación, sin embargo, no toda la información de los servicios ecosistémicos está disponible o puede delimitarse espacialmente, en algunos casos, la identificación y evaluación de los servicios ecosistémicos suele ser complejo por su dependencia a muchos factores ambientales y espaciales.

Es por ello, que mucha de la información suele ser trabajada bajo escenarios o modelos geoespaciales (Harrison et al. 2018). Estos modelos nos permiten estudiar y comprender fenómenos o procesos naturales bajo posibles escenarios considerando diferentes variables biofísicas en el espacio y tiempo, generando una aproximación sostenida bajo evidencia científica y sujeta a discusión, sobre las diferentes posibles respuestas a un fenómeno (Elith et al. 2006). Por tanto, todos los modelos deben ser analizados con cautela y debe considerase que existen probabilidades que su desarrollo pueda no ocurrir, es necesario tener en cuenta, que muchas de las relaciones bióticas desarrollan un efecto cascada en el ambiente, es decir, un modelo puede proyectar cambios o escenarios actuales o futuros, pero estos escenarios están sujetos a cambios según la dinámica de los ecosistemas.

4. Identificación de servicios ecosistémicos asociados al parque cafetalero de los municipios de perquín y arambala