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Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
<br /> == Homilía ==
Los y las discípulos atraviesan un momento muy difícil después de los trágicos sucesos de Gólgota. Lo único cierto era que Jesús había muerto. Ya no estaba aquel con quien convivieron y a quién aprendieron tanto: Jesús el amigo cercano a cada uno, cada una, con un proyecto bien definido y con toda la claridad respecto a cómo ir realizándolo. Se sienten solos, huérfanos, sin ánimos, ni ideas de cómo seguir adelante.
- El que encuentran los discípulos en la orilla y con quien comparten el desayuno es Jesús, el Señor, y además El resucitado, El que triunfó sobre la muerte. Su desánimo y frustración pierde razón de ser. Pues, no ha muerto, está vivo.
* Para los discípulos es esto lo que les motiva a volver a Jerusalén y unirse a los demás para juntos y juntas darle continuidad al proyecto.
La lucha sigue. Bajo el impulso de ellos y ellas nacen las pequeñas comunidades eclesiales de base que anuncian y concretizan el Reino.
* Para Jesús, el haber resucitado, es la prueba que Dios, su Padre no ha estado ausente, y que frente a los verdugos afirma la legitimidad de su proyecto.
Jesús se siente aprobado por su Padre en todo lo que hizo en fidelidad a él.
* Y para todos nosotros, la resurrección, es el fundamento de nuestra esperanza última o como dice José Antonio Pagola:” Los seres humanos nos sentimos con frecuencia, pescadores que se fatigan trabajando de noche, y sin pescar nada. Es fácil sentir la tentación de que la vida es una pasión inútil”.
Se nos olvida que a todos nos espera ese Cristo que vive resucitado en la orilla de la vida eterna.

CEBES Perquín

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