'''<big>Evangelio Según San Juan (2, 1-12)</big>'''
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: <br />''«No tienen vino».<br />''
Jesús le dice:<br />
''«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».''<br />
Su madre dice a los sirvientes:<br />
''«Haced lo que él os diga».<br />''
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.<br />
''Jesús les dice:<br />
«Llenad las tinajas de agua».<br />
Y las llenaron hasta arriba.<br />
Entonces les dice:<br />
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».<br />
Ellos se lo llevaron.''
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:<br />
''«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».''
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.