El que cree en él no será condenado.
Fecha: 11-03-2018
Ciclo Litúrgico: Domingo 4º de Cuaresma - Ciclo B
Temas: Sinceridad, la traición, Las Tinieblas. La fe.
Referencias:
Evangelio según San Juan 3,14-21
En aquel tiempo Jesús dijo a Nicodemo, así como levanto moisés la serpiente en el desierto así tiene que ser levantado el hijo del hombre, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna, porque tanto amo Dios al mundo que le entrego a su hijo único para que todo el que crea en el no perezca si no que tenga vida eterna, porque Dios no envió a su hijo para condenar al mundo si no para que el mundo se salvara por él, el que cree en él no será condenado, pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el hijo único de Dios, la causa de la condenación es esta, habiendo venido la luz al mundo los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas todo aquel que hace el mal aborrece la luz y no se acerca a ella para que sus obras no se descubran , en cambio el que obra en bien conforme a la verdad se acerca a la luz para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Resumen:
Tuvimos la reflexión dominical como siempre y solo quisiera recordar 3 cosas prácticas que hemos dicho.
La palabra “traición”es una palabra delicada.Se oye en relación con el evento electoral.Tengamos sumo cuidado al señalar alguien como traidor.
Otra palabra delicada,en este mismo contexto,es la palabra sectarismo.Podemos caer en un cierto sectarismo,quiere decir,que solo lo nuestro y lo de nuestro grupo consideramos como válido. Tenemos que estar donde estamos,decíamos,con firmeza, convicción, pero a la vez tenemos que tener la capacidad de valorar y apreciar lo que otros están haciendo también, si se trata de cosas en bien de la comunidad .
Y por ultimo hemos entendido, una vez más que creer, no es una cuestión de la cabeza. Para poder manifestar nuestra fe, estamos llamados a tener una práctica semejante a la de Jesucristo.Realizando ,a su ejemplo,las buenas obras que nos corresponden ,nos estamos acercando , dice la lectura, a la luz,la vida,la salvación
Homilía:
De acuerdo con el evangelio, Nicodemo. un fariseo, se acerca a Jesús de noche. Quiere tener una conversación con Jesús. Se acerca a Jesús de noche, porque no quiere que los demás fariseos de su grupo le van a tildar de traidor. Ocupa la oscuridad de la noche, para acercarse a Jesús.
Esta palabra traición es una palabra muy delicada.En mi opinión, en el último evento electoral nadie ha traicionado a nadie.El pueblo se manifestó,cada uno ,según su parecer,unos de una manera,otros de otra manera.Incluso los que no votaron manifestaron también su parecer. Entonces es importante ver el evento electoral, tal como ha sido, recoger el resultado del evento electoral y hacer una reflexión para ir sacando las consecuencias o las conclusiones pertinentes.
Debemos tener mucho cuidado, cuando usamos la palabra, traición.
Nicodemo está con Jesús de noche, para no ser tildado de traidor . Jesús comparte con él,cuatro pequeñas reflexiones.
En primer lugar , Jesús se refiere a su muerte en cruz. Visto, desde los malhechores,se trata de un crímen, porque aniquilaron a Jesús. Jesús,según ellos, estaba estorbando la realización de sus planes. Visto la muerte en cruz de Jesús, desde Jesús mismo, resulta ser un inmenso acto de amor. Jesús entregó su vida, en solidaridad con los pequeños: los marginados, los sufridos, los más pobres, y los despreciados.
En la segunda reflexión,que Jesús comparte con Nicodemo,le hace ver que su muerte en cruz se escribe en el plan de Dios. No es un hecho aislado, se inserta en el plan de Dios.
Dios ,dice la lectura ama tanto al mundo que no vacila entregar a su único hijo.Oyendo esto,surge la pregunta: ¿ sería que Dios quiso la muerte de su hijo? De ninguna manera, Dios permitió que su hijo se involucrara en un proceso que podría implicar su muerte, pero no quiso la muerte de su hijo.Podemos compararlo con aquellos padres de aquel entonces, que permitieron y apoyaron a sus hijos a que se involucraran a un proceso revolucionario . Los padres lo permitieron y apoyaron a sus hijos y a sus hijas, sabiendo que tal vez ya no Iban a volver a casa. Así debemos entender, como Dios permitió ,que Jesús se involucrara en un proceso que podría implicar su muerte, pero no quiso matar a su hijo, no quiso la muerte de su hijo.
En lo que Jesús comparte con Nicodemo dice que Dios ama al mundo,dice la lectura.Esto da pie a otra reflexión.(la tercera) Nadie puede adueñarse de Dios, Dios no es propiedad de un pueblo, determinado o de una raza determinada o de una iglesia determinada, o de una religión determinada. Dios ama a todos y a todas por igual. El amor de Dios es un amor universal. Esto contrasta bastante con el sectarismo de los judíos que se consideraban el único pueblo de Dios y todos los demás pueblos eran paganos. Sectarismo, es otra palabra delicada. No debemos ser sectarios. Debemos estar donde estamos,con convicción, pero a la vez saber valorar, apreciar lo bueno que también otros hacen.El sectarismo no cabe dentro de una vida cristiana.
Toda esta actuación de Dios y de Jesús ,todo el plan de Dios tiene un sentido salvífico. Llama la atención, como insiste el evangelio, en que Dios no condena, sino que salva. Nosotros tendemos a condenar. Y la tarea del cristiano es salvar. Si alguien se ha apartado del buen camino, no es para que lo condenemos, si no para salvarlo, para convencerle poco a poco que vuelva al buen camino. La historia debemos entender como una historia, en la que Dios actúa salvándonos.
Y cuarta reflexión:a nosotros como a Nicodemo, nos toca creer. Creer era difícil para Nicodemo, siendo un fariseo. Creer en Jesús no es una cuestión de la cabeza; creer en Jesús supone una práctica semejante a la práctica de Jesús. Estamos invitados a realizar buenas obras, obras que nos acercan a la luz, a la vida, a la salvación.Hagamos buenas obras.