El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

De CEBES Perquín
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Fecha: Domingo 2 de enero de 2022.

Ciclo Litúrgico: Ciclo C – Solemnidad de la Epifanía del Señor

Evangelio Según San Lucas (1, 1-18)

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.

Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Homilía

El evangelio de hoy, solo lo tiene Mateo. Historia, en el sentido estricto, no es, sin embargo, nos traslada sabiduría abundante y un mensaje central de mucha importancia.

Comencemos con la sabiduría.

1. Los magos vienen de Oriente, la patria de la astrología. Son paganos, no conocen las sagradas escrituras del pueblo de Israel. Si conocen el lenguaje de las estrellas. Les ha parecido curiosa la aparición de una estrella en el firmamento. No se quedan en lo que acaban de descubrir. Van más allá. Preguntan por el misterio oculto en esa aparición. Se ponen en marcha, es decir, en búsqueda.

Una cosa no se puede perder de vista. No se encierran en lo que descubren a través de su labor científica, se abren al misterio en el que está envuelto nuestra vida y nuestra historia. Y hacia el descubrimiento de ese misterio se orienta su búsqueda.

2. En su modo de pensar, la estrella indicaría el nacimiento del que será el rey de los judíos. Esto se lo plantean como hipótesis. Pero ¿quién es y dónde está? A lo largo del camino se dejan guiar por la estrella que habían visto en Oriente.

Es bueno dejarse guiar. Hay tantas personas buenas que nos rodean y que nos quieren dar una mano. No seamos autosuficientes. Sepamos confiar en los consejos, las orientaciones que otros, otras nos puedan dar.

Mi madre nos dio muchos consejos que nos han ayudado bastante, uno de ellos sin embargo no comparto. Una y otra vez nos decía: “sea de confianza, pero no confíe en nadie”. Con este consejo nos quería proteger ante personas malintencionadas. Pero es evidente que estamos rodeados más que por personas malintencionadas, por personas con muy buenas intenciones hacia nosotros. Mejor confiar que caer en una actitud autosuficiente.

3. Hay una marcada diferencia entre los magos y Herodes. Los magos son personas de buena fe, sencillas, abiertas al misterio, confían en los demás y en el buen desenlace de su búsqueda.

Herodes en cambio se centra en sí mismo, busca a toda costa salvaguardar su poder, se hace hipócrita y asesino, e incluso este niño recién nacido lo ve como un rival.

Seguramente que nosotros parecemos más a los magos que a Herodes. Lo fundamental está en que, a diferencia de Herodes, no vemos a Dios como un rival sino más bien, y así tiene que ser, como nuestro mejor aliado en la búsqueda de la plenitud humana. Que Dios siempre sea nuestro guía y nuestra fortaleza.

4. Los magos prosiguen su larga búsqueda. A veces la estrella que les guía desaparece, dejándolos en la incertidumbre. Otras veces brilla de nuevo llenándolos de inmensa alegría.

Esto coincide con nuestra experiencia. A veces hay plena claridad y a veces nos vemos envueltos en una total oscuridad.  A ejemplo de los magos, aún en la oscuridad debemos seguir caminando, confiando en que más allá reaparecerá la luz. No dudar en que llegaremos a la meta.

5. Entraron a la casa, vieron al niño con María, la madre, se arrodillaron ante él y lo adoraron. No se escandalizan ante la sencillez del cuadro que se les presenta: una casita humilde, un niño recién nacido y una madre, mujer del pueblo. Se arrodillan y lo adoran y a la madre le ofrecen sus regalos: oro, incienso y mirra. La iglesia hace diferencia entre venerar y adorar. Solo a Dios se adora.

Los magos, al niño lo adoran, lo cual da a entender que reconocen en este recién nacido a Dios hecho humano, que ha venido al mundo para darle un rumbo diferente. La meta solo alcanza los que perseveran en el camino

6.Los magos vuelven a su tierra por otro camino.

Todo camino recorrido presenta aciertos y desaciertos. El inicio del año 2022, nos invita a hacernos algún propósito. Todo parece que seguiremos caminando bajo la tormenta de la pandemia. Acaba de concluirse una tercera ola de contagios y ya se está hablando de una cuarta ola.

Leí una frase que me gustó, decía: “En la vida no se trata de esperar hasta que se termine la tormenta; más bien se trata de aprender a bailar bajo la tormenta.” No quedemos sentados con los brazos cruzados, sigamos haciendo lo que esté a nuestro alcance para ser agradable nuestra vida y la de quienes nos rodean. Esto podría ser un buen propósito para el año 2022. Y por lo demás confiemos en la cercanía de Dios, que no nos defraudará.

Hasta aquí la sabiduría de esta bella historia. Hagamos referencia ahora al mensaje central.

El pueblo judío, a lo largo de su historia, había venido cayendo en un nacionalismo cerrado, excluyente, fanático. Se consideró el único pueblo de Dios. Los demás pueblos eran pueblos paganos. La venida del mesías, el salvador, era únicamente para salvar a ellos y a nadie más.

Mateo, el evangelista, con esta historia de los reyes magos, cuestiona y contradice ese pensamiento sectario que se había hecho común entre los judíos.

Nadie puede adueñarse de Dios. El amor de Dios no es excluyente, es universal, abarca a la humanidad entera.

Vivimos en un mundo tremendamente fragmentado y unos opuestos a otros. Lo que la historia de S. Mateo nos enseña acerca del amor universal de Dios debe hacernos entender de que unos si y otros no, no va con el plan de Dios. Practiquemos como Dios Padre un amor universal que contribuirá a establecer en nuestro planeta una humanidad plenamente hermanada. Una ardua tarea, que nos espera para el año 2022, al menos para avanzar, un poco que sea, en este noble propósito.  

Padre Rogelio Ponseele