La legitimidad del trabajo pastoral en el norte de Morazán
El Padre Esteban Velásquez coincidió con el Padre Rogelio en los últimos años de la guerra, desde el año de la ofensiva final en 1989 hasta un año después de la firma de los Acuerdos de Paz, en 1993. En los primeros meses del 2021, el Padre Esteban escribió una serie de relatos que ayudan a entender aquellos momentos de incertidumbre para la continuidad del trabajo pastoral en la zona norte de Morazán.
En esa zona de guerra, habitaban alrededor de 25,000 campesinos sin ninguna atención pastoral oficial. Habían varias parroquias totalmente abandonadas y sin ningún trabajo de párroco alguno en los siguientes pueblos: Joateca, Jocoaitique, Arambala; una parte de Meanguera, Perquín con su gran anexo en la montaña de los caseríos que forman parte del llamado bolsón de Nahuaterique; San Fernando y Torola. De hecho, aquella población cristiana hasta la médula no hubiera tenido sacramentos ni atención pastoral eclesial durante los 12 años de Guerra sin nuestra presencia.