Nacimiento de Jesús

De CEBES Perquín
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Fecha: 20-12-2018.

Temas: vivir y transmitir la paz.

Evangelio según San Lucas.

Por aquellos días se promulgo un edicto de Cesar Augusto que ordenaba un censo de todo el imperio el primer censo se hizo cuando Cirinio era gobernador de Siria, todos iban a empadronarse cada uno en su propia ciudad así es que también José perteneciente a la casa y familia de David se dirigió hasta la ciudad de Nazaret en galilea a la ciudad de David llamada Belén para empadronarse juntamente con maría su esposa que estaba en cinta, mientras estaban ahí le llego a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre porque no hubo lugar para ellos en la posada en aquella región habían unos pastores que pasaban la noche en el campo vigilando por turnos sus rebaños un ángel del señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió con su luz y se llenaron de temor el Ángel le dijo no teman les traigo una buena noticia que causara gran alegría a todo el pueblo, hoy les ha nacido en la ciudad de David un salvador que es el mesías el señor, esto les servirá de señal encontraran al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre de pronto se le unió al ángel una multitud del ejercito celestial que alababa a Dios diciendo: gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.

Resumen:

Queridos hermanos y hermanas estamos concluyendo nuestra celebración eucarística. Hemos tenido una pequeña reflexión:

La primera idea que compartimos: Dios se hace uno de nosotros, está en medio de nosotros, está en nosotros , con el podemos contar en todo momento.

En la segunda parte, decíamos que Navidad es una invitación a vivir y transmitir  la paz; la paz que debemos construir en nuestros hogares. en nuestras comunidades, y en nuestro pueblo.  Hemos enfatizado sobre todo en que vamos a tener que hacer una limpieza a fondo, de nuestros corazones, porque las prácticas y actitudes negativas, tan contrarias a la paz ,son producto de unos sentimientos que cargamos dentro de nosotros: sentimientos , de envidia, de resentimiento, de rencor etc. Hagamos esta limpieza, de verdad, para que podamos convertirnos en artesanos de la paz y a fin de que prevalezca siempre la paz en nuestros corazones y podamos trasmitirla  a los demás miembros de nuestra familia, de nuestra comunidad, y del pueblo entero.

Homilía

Una vez más, gracias por estar aquí para compartir esta celebración navideña. Con esta celebración  pretendemos clausurar el año 2018 .Por eso, a la hora de la ofrenda, vamos a ofrecer  a Dios los esfuerzos que hemos venido realizando a lo largo de este año.

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En esta reflexión, una vez más, vamos a insistir en el sentido original de la fiesta de navideña, y esto, frente a la emoción navideña que se va creando, sobre todo ,a través de los medios de comunicación social, con el único objetivo de propiciar el comercio y el consumo; nosotros quisiéramos ir más a fondo y descubrir, el origen original de la Navidad.

En primer lugar debemos decir, de que la navidad es la conmemoración de un hecho histórico y real. No tiene nada  que ver con una fábula o un simple cuento, es un hecho histórico real. Jesús nació en un tiempo determinado y en un lugar preciso. Acabamos de escuchar, en la lectura del evangelio de que, cuando María dio a luz, Cesar Augusto era emperador de roma y Cirinio era gobernador de Siria , un tiempo bien definido. Y además, dé acuerdo al evangelio, Jesús nace de una mujer llamada María, en el seno de un pueblo, Palestina, un pueblo dominado por el imperio  más potente de aquel entonces, el imperio romano. Así nace Jesús en un tiempo determinado y un lugar preciso y como hemos podido escuchar en la lectura, en circunstancias extremadamente pobres. De tal manera que el nacimiento de Jesús resulta insignificante para los poderosos y  para aquellos  y aquellas que dirigen, a su favor, los destinos de esta pequeña nación. En cambio, para nosotros, Navidad significa,  la irrupción de Dios en nuestra historia humana: es Dios que baja de su trono para hacerse uno de nosotros, para hacerse parte de la historia, para compartir nuestras vidas, nuestras esperanzas, y  nuestras angustias. Dios se hace uno de nosotros. se hace un compañero de cada uno y cada una de nosotros, rompe con esa gran distancia que siempre se ha mantenido, en el antiguo testamento, entre el ser humano y Dios. Padre Damián que trabajo, como ustedes saben, en la isla molokai con  leprosos ,nos puede ayudar un poco para  entender lo que estamos hablando.

Una mañana se despierta y descubre en su cuerpo las síntomas de la lepra .Pero nada de tristeza. Corrió a la ermita ,al templo que él había construido junto a toda la gente leprosa; toca las campanas para convocar y cuando todas y todos están reunidos dice: me siento feliz, porque ya no tengo que decirles a ustedes, ustedes los leprosos, ahora puedo decir nosotros los leprosos, porque esta mañana he descubierto en mi propio cuerpo la enfermedad de la lepra, soy uno de ustedes, soy igual a ustedes, soy parte de la comunidad leprosa.

Es lo que dice Dios,  al bajar de su trono, yo soy uno de ustedes,  yo estoy dispuesto a compartir, en todas las dimensiones, favorables y desfavorables la condición humana.

Es el hecho más evidente  de la  cercanía y la solidaridad de Dios con cada uno y cada una de nosotros.

Entonces podemos sacar la siguiente conclusión: desde nuestras miserias, desde nuestras dificultades, siempre podemos aferrarnos a Dios, porque él está ahí, él está cerca de nosotros ,él nos puede dar ánimo, nos puede dar fortaleza para enfrentar esta situación difícil y para superarla. Dios está en medio de nosotros.

Algo así también, dice monseñor romero, nuestro santo: ”no hermanos, no es una ilusión, Dios viene y salva en la historia, que es tu propia historia; ahí sale Dios al encuentro. Que satisfacción hermanos saber que no hay que irlo a buscar al desierto, no hay que irlo a buscar a tal punto del mundo; ahí están los caminos de Dios son los caminos de la historia, son los caminos concretos  de nuestra vida nacional, familiar y privada” Dios está con nosotros, en medio de nosotros, Dios se ha hecho uno de nosotros; podemos acudir en todo momento a él y él nos sacará de apuros, él nos dará ánimo y nos dará fortaleza No es que Dios resuelve nuestros problemas, porque Dios no es un Dios paternalista que sustituye a sus hijos, sino que Dios nos da la fortaleza, para que nosotros individualmente y en comunidad podamos enfrentar las dificultades y  vencerlas.

En segundo lugar, navidad es una liturgia; ahora estamos compartiendo la liturgia navideña, que crea y que nos invita a crear condiciones óptimas para que Dios, Jesús pueda nacer en el corazón de cada uno y de cada una de nosotros ,para que seamos personas aptas para trabajar y para ser parte del reino.

En la primera lectura hemos escuchado el anuncio del profeta, con el que se refiere a un niño que va a nacer, un descendiente del rey David. Y le da a este niño una serie de nombres: se llama consejero admirable, guerrero divino, jefe perpetuo y  príncipe de la paz.

Quisiera invitarles a que nos fijáramos en lo último: príncipe de la paz . El reino al que tenemos que contribuir es un reino de paz. Paz que, para los judíos quiere decir, armonía entre todos y todas, bienestar integral.

Desde el inicio se ha relacionado también la navidad con la paz. Escuchamos en el evangelio, que los ángeles se reunían, y que comenzaban a cantar y que decían: ”gloria a Dios en lo alto y paz a los hombres de buena voluntad". Navidad nos hace la invitación, a que seamos artesanos de la paz, en ese sentido, también colaboradores estrechos de Dios. Estamos entonces invitados a promover la paz en nuestros hogares. Cosa que no vamos a lograr, si no haya comunicación y diálogo permanentes   en nuestra familia.

Estamos invitados a promover la paz en la comunidad; otra cosa que no vamos a lograr si nosotros, todos y todas no tengamos una actitud a favor del otro.

E igualmente estamos invitados para promover la paz en nuestro pueblo. Una paz que requiere justicia social , solidaridad unos con otros, tolerancia y transparencia

A estos tres niveles tenemos que trabajar y luchar con todo lo que esté a nuestro alcance para contribuir a la paz, a la buena convivencia, entre todos.

Quisiera añadir todavía algo importante: no vamos a lograr la paz a ninguno de estos niveles, si no hagamos una limpieza de nuestros corazones. Poco a poco nuestros corazones han venido llenándose de sentimientos negativos como la envidia, el odio, la rivalidad, el resentimiento. A fin de poder contribuir a la paz, a la buena convivencia, necesariamente vamos a tener que  hacer, antes que nada, una limpieza.

Hacer esa limpieza consistiría entonces en desalojar  toda esta carga negativa, para que Jesús pueda nacer en nuestros corazones, y llenarlos de sentimientos positivos como la bondad, la compasión, la cercanía al otro, querer el bien del otro etc. si logramos hacer esto, entonces si vamos a poder construir la paz en el hogar, en la comunidad y en el pueblo.

Para ir concluyendo, comparto un texto que nos invita a promover la paz ,a que seamos pacíficos. Y al decir esto, pienso en las palabras de Monseñor Romero cuando decía:” este pueblo es un pueblo que sabe combatir, pero prefiere la paz sobre la guerra”.

Voy a leer el texto y tratemos de comprender los diferentes mensajes que nos quiere dar. Dice: si eres pacífico pide la paz con fuerza, la que nos trajo el niño de Belén; hace muchísima falta; pidamos la paz; reconcíliate contigo (en esto he querido enfatizar); si no estás en paz transmitirás angustia; sé tolerante contigo ;apúntate a la no violencia; en lugar de rechazar al enemigo, hazlo amigo; pacifica tu entorno, con dialogo, tolerancia, perdón; si quieres la paz, haz algo por ella; corrige la injusticia, ella engendra violencia; queremos una paz que llanamente defiende la libertad; queremos la paz con dignidad, no la paz  de los esclavos; viva el amor, ofrece signos de solidaridad, así construirás fraternidad entre los hijos de Dios y sé ecologista, perdón madre naturaleza por tantas heridas y tantas agresiones a tu hermosura.

Queridos hermanos y hermanas, en la primera parte hemos insistido en que no debemos vacilar en aferrarnos a Dios, Dios está presente, Dios es parte de nuestra vida, de nuestra historia.

En la segunda parte hemos insistido en el deber que tenemos de contribuir a la paz, en el hogar, en la comunidad y en el pueblo. Para esto, vamos a tener que hacer una limpieza de nuestros corazones, hay demasiada cosa negativa en nuestros corazones. Tenemos que desalojar estas cosas negativas para que Dios pueda meter a nuestros corazones sentimientos nobles, que nos ayudarán para contribuir a la paz, a todos los niveles.

Navidad trae un mensaje que debemos acoger y poner en práctica.