Las lágrimas de Agüijuyo.

De CEBES Perquín

En Atiquizaya, municipio de Ahuachapán, se encuentran ubicadas las piscinas de Agüijuyo. ¿Por dónde? A un kilómetro al noroeste de la ciudad, sobre la calle que conduce hacia San Lorenzo. En esta época del año, la calle está cubierta de polvo que se convierte en el único inconveniente para llegar a este atractivo lugar. Esto se olvida, sin embargo, al tener enfrente las piscinas, rodeadas de árboles y una hermosa vegetación. El visitante, a los pocos minutos, se encuentra atrapado por el fresco de la naturaleza. El calor tiene su fin al sumergirse en las aguas de las piscinas de Agüijuyo, cuyo nombre recuerda una vieja y triste historia de nuestros antepasados indígenas.

alimentan las piscinas de Agüijuyo. Gracias a los manantiales de agua, se construyeron dos piscinas que, a través de los años, han sido conocidas por todos en el municipio de Atiquizaya y lugares aledaños. Son visitadas especialmente por la fama de sus aguas cristalinas y frescas.


Referencia

https://leyendasdeelsalvador.com/las-lagrimas-de-aguijuyo