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<div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Poema 1Luz'''</div>
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Cuerpo Anduve en la vida preguntas haciendo,<br />Muriendo de mujertedio, blancas colinasde tedio muriendo.<br /><br /> Rieron los hombres de mi desvarío...<br />¡Es grande la tierra! Se ríen... yo río...<br /><br /> Escuché palabras; ¡abundan palabras!<br />Unas son alegres, muslos blancosotras son macabras.<br /><br /> No pude entenderlas; pedí a las estrellas<br />Lenguaje más claro, palabras más bellas.<br /><br />te pareces al mundo Las dulces estrellas me dieron tu vida<br />Y encontré en tu actitud de entregatus ojos la verdad perdida. <br /><br /> Mi cuerpo ¡Oh tus ojos llenos de labriego salvaje te socava verdades tantas,<br />y hace saltar Tus ojos oscuros donde el hijo del fondo orbe mido!<br /><br /> Segura de la tierratodo me tiro a tus plantas:<br />Descanso y olvido. </div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Bien pudiera ser'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido<br />Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros No fuera más que aquello que nunca pudo ser,<br />No fuera más que algo vedado y reprimido<br />De familia en familia, de mujer en mí la noche entraba su invasión poderosamujer. <br /><br /> Para sobrevivirme te forjé como un armaDicen que en los solares de mi gente, medido<br />Estaba todo aquello que se debía hacer...<br />Dicen que silenciosas las mujeres han sido<br />como una flecha en De mi arcocasa materna... Ah, bien pudiera ser.<br /><br />como una piedra A veces en mi madre apuntaron antojos<br />De liberarse, pero se le subió a los ojos<br />Una hondaamargura, y en la sombra lloró. <br /><br /> Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,<br />Pero cae la hora de la venganzaTodo eso que se hallaba en su alma encerrado, y te amo<br />Pienso que sin quererlo lo he libertado yo. <br /><br /></div></div>Cuerpo </div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Planos de piel, un crepúsculo'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Primero había una gran tela azúrea<br />de musgorosados dragones claveteada:<br />muy alta y desde lejos avanzando, de leche ávida <br />pero recién nacida y firmepudorosa. <br /><br /> Y más abajo grises continentes<br />Ah los vasos del pecho! Ah de nubes separaban los ojos de ausencia! azules;<br />Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste! más abajo pájaros oscuros<br />Cuerpo de mujer mía, persistiré bañábanse en tu los mares intermedios.<br /><br />gracia. Mi sedY más abajo aún, mi ansia sin límite, mi ceñudo el bosque<br />de milenarios pinos susurraba<br />camino indeciso! Oscuros cauces una canción primera de raíces.<br /><br />donde la sed eterna sigueY estaban, más abajo todavía, y <br />prendidos a la fatiga tierra los humanos<br />sigue, rechinando los dientes y el dolor infinitoherrumbrosos.<br /><br />
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<div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Poema 2Un recuerdo'''</div>
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En Recuerdo el dulce tiempo de sierras cordobesas<br />Pasado con el alma sin un solo deseo,<br />Vagando entre las matas de menta y de poleo,<br />Los cielos deslumbrantes, los días sin sorpresas.<br /><br /> ¡Oh, el poblado espinillo de voluptuoso olor!<br />De noche, en las hamacas, los grupos familiares<br />Mirábamos los gruesos racimos estelares.<br />Sonaba, adentro, un tango y se hablaba de amor.<br /><br /> Éramos todos jóvenes, y muchos eran bellos.<br />Las sierras simulaban jorobas de camellos,<br />Y a su llama mortal vera, del brazo, por la luz te envuelvesenda oportuna. <br /><br />AbsortaVolvíamos, pálida dolientecantando, en una sola hilera, así situada <br />contra Al caer de las viejas hélices del crepúsculo tardes. Y era la primavera.<br />Y se asomaba a vernos el disco de la luna.<br /><br /></div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Humildad'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Yo he sido aquélla que en torno a ti da vueltaspaseó orgullosa<br />El oro falso de unas cuantas rimas<br />Sobre su espalda, y creyó gloriosa,<br />De cosechas opimas. <br /><br />MudaTen paciencia, mujer que eres oscura:<br />Algún día, la Forma Destructora<br />Que todo lo devora,<br />Borrará mi amigafigura.<br /><br /> Se bajará a mis libros, ya amarillos, <br />sola Y alzándola en sus dedos, los carrillos<br />Ligeramente inflados, con un modo.<br /><br /> De gran señor a quien lo solitario aburre todo,<br />De un cansado soplido<br />Me aventará al olvido.<br /><br /></div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''La mirada'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Mañana, bajo el peso de esta hora de muertes los años,<br />Las buenas gentes me verán pasar,<br />Mas bajo el peño oscuro y llena de las vidas la piel mate<br />Algo del muerto fuegoasomará.<br /><br /> Y oiré decir: ¿quién es esa que ahora<br />Pasa? Y alguna voz contestará:<br />—Allá en sus buenos tiempos<br />Hacía versos. Hace mucho ya.<br /><br /> Y yo tendré mi cabellera blanca,<br />Los ojos limpios, y en mi boca habrá<br />Una gran placidez y mi sonrisa<br />Oyendo aquello no se apagará.<br /><br /> Seguiré mi camino lentamente,<br />Mi mirada a los ojos mirará, <br />pura heredera del Irá muy hondo la mirada mía,<br />Y alguien, en el montón, comprenderá.</div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Borrada'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">El día destruidoque me muera, la noticia<br />Ha de seguir las prácticas usadas,<br />Y de oficina en oficina al punto,<br />Por los registros seré yo buscada. <br /><br /> Y allá muy lejos, en un pueblecito<br />Del Que está durmiendo al sol cae en la montaña,<br />Sobre mi nombre, en un racimo en tu vestido oscuroregistro viejo.<br />Mano que ignoro trazará una raya. <br /><br /></div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''Queja'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Señor, mi queja es ésta,<br />Tú me comprenderás:<br />De la noche las grandes raíces amor me estoy muriendo,<br />Pero no puedo amar.<br /><br /> Persigo lo perfecto<br />crecen de súbito desde tu almaEn mí y en los demás, <br />y a Persigo lo exterior regresan las cosas perfecto<br />Para poder amar.<br /><br /> Me consumo en ti ocultasmi fuego, <br />de modo ¡Señor, piedad, piedad!<br />De amor me estoy muriendo,<br />¡Pero no puedo amar!</div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''La piedad del ciprés'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">Viajero: este ciprés que se levanta<br />A un pueblo pálido metro de tus pies y azul en cuya copa<br />Un pajarillo sus amores canta,<br />Tiene alma fina bajo dura ropa.<br /><br />de ti recién nacido Él se alimentaeleva tan alto desde el suelo<br />Por darte una visión inmaculada,<br />Pues si busca su extremo tu mirada<br />Te tropiezas, humano, con el cielo. </div></div></div> <div class="column"><div class="NavFrame"><div class="NavHead" style="background-color: #2471A3;">'''El silencio'''</div><div class="NavContent" style="display: none; text-align:center;">¿Nunca habéis inquirido<br />Oh grandiosa y fecunda y magnética esclava Por qué, mundo tras mundo,<br />Por el cielo profundo<br />Van pasando sin ruido?<br /><br />del círculo Ellos, los que en negro y dorado sucede: transpiran<br />erguidaLas cosas absolutas, trata y logra una creación tan viva <br />que sucumben Por sus floresazules rutas<br />Siempre callados giran.<br /><br /> Sólo el hombre, pequeño,<br />Cuyo humano latido<br />En la tierra, y llena es de un sueño,<br />tristeza.¡Sólo el hombre hace ruido!
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