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Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (ver código)
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, 15:11 9 nov 2020sin resumen de edición
'''Temas:''' Comunidad, acompañamiento, apoyo.
'''<big>Evangelio según san Mateo (18,15-20)</big>'''
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
En primer lugar, toda comunidad se sostiene a base del amor, no hay otra manera de sostener a la comunidad ,si no es a través del amor mutuo que nos debemos. En esto insiste bastante San Pablo. El mensaje que recogemos en la primera lectura, escuchamos también a menudo en el capítulo 22 del Evangelio de San Mateo; el mismo mensaje: cuenta Mateo que unos Fariseos se acercaron a Jesús con la pregunta cuál es Mandamiento más Importante. Una pregunta bastante difícil porque los judíos tenían 613 leyes y cada ley tenía su valor propio y cada ley tenía que ser cumplida a cabalidad, 613 leyes; y ahora vienen los fariseos y le preguntan a Jesús y cuál es el mandamiento más importante.
Pero Jesús sin vacilar dice: el mandamiento más importante es el mandamiento del amor, el amor que debemos a Dios y el amor que debemos a nuestros Hermanos y Hermanas, el amor es lo más importante, es lo que dice Jesús. Para los pobres de aquel entonces, que no podían ni memorizar tantas leyes, que no podían ni conocer tantas leyes, y mucho menos practicar tantas leyes, lo que dice Jesús,para ellos, es mensaje liberador, solo el amor es importante. Solo se trata de vivir radicalmente el amor en el hogar, en la comunidad y en la comunidad eclesial. Allí está todo, en el amor. Para nosotros también puede ser importante esto. No tenemos por qué perdernos en medio de tanta norma, de tanto requisito, no, tratemos de vivir el amor y seremos salvos, en el amor está el resumen de la ley y los profetas, el amor es lo más importante . Para San Pablo amar quiere decir , procurar no hacer daño al otro. Me parece interesante eso, no hacer daño al otro, es un programa mínimo, lo menos que podemos hacer, es no hacer daño al otro. Esto sería fabuloso, si todos y todas tuviéramos este propósito de nunca hacer daño al otro. Una vez que hemos cumplido con esto, evidentemente falta que hacer otras cosas para hacer feliz al otro, para ayudar al otro. No hacer daño a nadie ya es bastante y esto debería de ser nuestro mayor propósito para después hacer otras cosas que hacen felices a nuestros hermanas y hermanos. La comunidad se sostiene a base de amor.
En segundo, lugar, dicen las lecturas y en concreto la primera parte del evangelio , que dentro de la comunidad debe haber corrección fraterna. Ella debe de ser una práctica, tanto en la comunidad familiar, la comunidad social y la comunidad eclesial. Es importante en la familia dar cabida a la corrección fraterna. Ahora son los padres que corrigen a los hijos e hijas, pero en momento dado puedan ser los hijos y las hijas, los que corrigen a los padres y esto es saludable y esto hay que permitirlo. También hay que saber aceptar la crítica, venga de donde venga. si es una crítica justa, esa crítica nos podrá ayudar para salir de lo común y para crecer, corrección fraterna en la familia es indispensable.