Abrir menú principal

Luis Salvador Efraín Salazar Arrué.

Revisión del 14:38 26 oct 2020 de David (discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Salarrue.jpg

Salvador Salazar Arrué. Artista y escritor salvadoreño también conocido por el seudónimo de Salarrué, una de las voces fundamentales de la literatura hispanoamericana por su concisión y fuerza en la recreación de la realidad de su pueblo.

Síntesis biográfica

Nacimiento

Nació en Sonsonate el 22 de octubre de 1899.

Inicios

Su identificación con el mundo del campesino salvadoreño y sus exploraciones en los asuntos esotéricos orientales y de ciencia ficción han llevado a valorarlo como uno de los iniciadores de la nueva narrativa latinoamericana y como destacado exponente de la cultura de su país. Sus Cuentos de barro (1933), relatos de extrema brevedad, contribuyeron a forjar la estética del cuento hispanoamericano.

Carrera

Instalado con su familia en la capital salvadoreña desde los ocho años, a los diez años publicó ya sus primeros textos en el Diario de El Salvador. Formado en el Liceo Salvadoreño, el Instituto Nacional y la Academia de Comercio, estudió además pintura y dibujo con el maestro greco-ruso Spiro Rossolimo, y más tarde, gracias a una beca, en la Corcoran School of Art de Washington, donde con veinte años realizó su primera exposición individual en la Hisada's Gallery.

De regreso a El Salvador, contrajo nupcias con la artista Zelie Lardé y comenzó a prestar servicios laborales en la Cruz Roja. En 1928 fue contratado como redactor jefe del diario Patria, dirigido por los escritores Alberto Masferrer y Alberto Guerra Trigueros. Publicó allí artículos y su primeros relatos, reagrupados luego en Cuentos de cipotes. Fundó y dirigió las revistas Amatl y Espiral; a lo largo de su vida colaboraría en numerosas rotativos y revistas literarias y artísticas.

Miembro de la Sociedad de Amigos del Arte (1935-1939), durante varios años trabajó como agregado cultural de la delegación diplomática en Estados Unidos, y participó en la Conferencia de Educación organizada en julio de 1941 por la Universidad de Michigan. Alternó la literatura con la pintura; se recuerda especialmente el éxito de sus exposiciones en Nueva York y San Francisco (1947-49) y de algunas de las que realizó posteriormente en su país y de nuevo en Estados Unidos entre 1958 y 1963. Otra de sus facetas artísticas fue la de compositor: se le deben más de un centenar de canciones.

En 1963 ocupó el puesto de Director General de Bellas Artes, y en 1967 fundó, en el parque Cuscatlán, la Galería Nacional de Arte (actualmente conocida como Sala Nacional de Exposiciones), centro cuya dirección asumió. Desde 1973 hasta su fallecimiento fue asesor cultural del gabinete del Director General de Cultura, Carlos de Sola.

Su obra literaria

La obra literaria de Salarrué lo ha colocado en el justo papel de clásico no sólo de la literatura salvadoreña, sino también de la cuentística en castellano. Su peculiar costumbrismo es más bien un énfasis en la lengua de su pueblo, una visión tierna de los pequeños seres que atraviesan, con su ternura y miseria, los paisajes de su país. Escribió acerca de campesinos y desplazados de las urbes, identificándose con sus problemas y rasgos, así como con su materia verbal, que reproduce la tensión idiomática entre los dialectos, las lenguas indígenas y el castellano.

También se ha hablado de realismo mágico: un buen ejemplo de ello es el célebre cuento "El anillo de Oricalco", que desarrolla el tema de la muerte, los indios magos, y el tópico del anillo encantado. Entre 1969 y 1970, a instancias de la editorial de la Universidad de El Salvador, el poeta y narrador salvadoreño Hugo Lindo se encargó de prologar los dos tomos de las Obras escogidas de Salarrué, quien intervino directamente en la selección de los textos.

Vida personal

En 1922 se casó con la pintora salvadoreña Zélie Lardé, con quien procreó tres hijas que también se dedicaron a las artes plásticas: Olga, Aída y Maya.

Fallecimiento

Murió en Los Planes de Renderos el 27 de noviembre de 1975.

Obras Literarias

Las obras literarias de Salarrué lo han colocado en el justo papel de clásico no sólo de la literatura salvadoreña, sino también de la cuentística en castellano. Su peculiar costumbrismo es más bien un énfasis en la lengua de su pueblo, una visión tierna de los pequeños seres que atraviesan, con su ternura y miseria, los paisajes de su país. Escribió acerca de campesinos y desplazados de las urbes, identificándose con sus problemas y rasgos, así como con su materia verbal, que reproduce la tensión idiomática entre los dialectos, las lenguas indígenas y el castellano.

Nombre de Obra Tipo de Obra Año
El cristo negro Novela 1926
El señor de la Burbuja Novela 1927
O'Yarkandal Cuento 1929
Remontando el Uluan Cuento 1932
Cuentos de Barro Cuento 1934
El libro desnudo Relato 1936
Eso y más Cuento 1940
Cuentos de Cipotes Cuentos 1943
Trasmallo Cuento 1954
la espada y otras narraciones Cuento 1960
La sed de Sling Bader Novela 1971
Catleya luna Novela 1974
Mundo nomasito Poesía 1975

Obras destacadas.

Cuentos de Barro (1933).
Se encuentra una narrativa rica en colores y formas. Un antiguo tronco de ceiba es como una inmensa pata de gallina; los grandes remolinos no son solo eso, sino que son tan profundos como el ombligo del diablo; en el crepúsculo, el sol «mieludo» unta los cerros con su luz; y los madrecacao se visten de encaje. La atención al entorno de un escritor que se definía más como pintor. Pero la mayoría de estos cuentos narran la desdicha de vivir en este pintoresco paraíso.


Cuentos de Cipotes(1943).
Singular colección de relatos, cuya extensión oscila entre quince líneas y página y media, que se considera hoy como un clásico de la literatura «sobre niños» («cipote» es un salvadoreñismo para niño). Su contenido es normalmente una anécdota, normalmente trivial y a veces humorística, que puede reflejar alguna preocupación del autor. El narrador es siempre un niño que mantiene una especie de monólogo consigo mismo, pues está convencido de que los adultos no tienen interés en lo que pueda contar y, por tanto, a la vez que usa modismos y resortes imaginativos propios de niño, no cuenta su historia según una estructura clara: hace digresiones contando cosas superfluas, hay redundancias innecesarias, a veces los finales son abruptos. A ese registro infantil oral propio de chico casi analfabeto, el autor le suma en ocasiones el de una persona culta, y funde las perspectivas del adulto que se hace niño y del niño que intenta comprender a los adultos.

CUENTOS DE BARROS CUENTOS DE CIPOTES
  • Tranquera
  • La botija
  • La honra
  • Semos malos
  • La casa embrujada
  • De pesca
  • Bajo la luna
  • El sacristán
  • La brusquita
  • Noche buena
  • Bruma
  • En la línea
  • El contagio
  • El entierro
  • La Ziguanaba
  • Virgen de Ludres
  • Serrín de cedro
  • El viento
  • La estrellemar
  • La brasa
  • El padre
  • La repunta
  • El circo
  • La respuesta
  • La chichera
  • El maishtro
  • De caza
  • La tinaja
  • El mistiricuco
  • El brujo
  • El negro
  • El cuento de olis olis catrín y el cañonazo
  • El cuento del dichoso turis turista
  • El cuento del gringuito regalante que da zapatos y no guante
  • El cuento de Ongonuco, la boteya bomba y el señor bolo que le salió la culata por el tiro
  • El cuento del santo chorchingalero
  • El cuento del cadaverito chiquito y la loca Catapulta que onde vido vio
  • El cuento de la escuelita minatura, la monjita linda y la tentada de juguete
  • El cuento de la finca arisca y la cangrejera por la fuerza
  • El cuento de lo que quiero y no quiero, las magiconerías y otras tonteras
  • El cuento de las pensadas de Monchete con cabeza y todo
  • El cuento de Nivelito Nivelungo, la gran candelota y el chucho musunco
  • El cuento de los caramelos embarcados en un bote y el cipotío tiburón
  • El cuento del alma que salía y la sexión espiritista
  • El cuento del diablito que lo tenían preso en la iglesia y que le tejieron la cabeza
  • El cuento de Leprocinio que le rompieron la vocacion de pura ingratitud
  • El cuento de la Indalecia quera bien india, de Justiano quera bien justo y de la Ambrosia que nuera ninguna gente
  • El cuento de Ganglio que escamotio las quijadas a tiempito
  • El cuento del conejo sandiyero que por tantito se salva
  • El cuento del jute cavilante de la hermosa fuente y la pepesca orguyuda
  • El cuento del imprudente glis-glis, los chico-chicotes y el culebrerio peligran
  • El cuento de la moiarra soñadora
  • El cuento de la gran enamorada con dolor diumbligo
  • El cuento de Bombolio en vacaciones, el chucho Jitler y la fugada
  • El cuento del telefono cosquiya, los pájaros parados, granos en la nuca y el bárbaro tren don Flomfrufrán correvedile
  • El cuento del cipotío que sacaba la lengua, por la ventana diuna niña
  • El cuento del cangrejito descarriado, prófugo de las caniyas, hambriento y desmemoriado de las entendederas.
  • El cuento de Minchito con el mar jedentina
  • El cuento del señor que patió la bolejabón en el andén
  • El cuento de los diablos costaludos, la pelotera, mojazón y lestampida
  • El cuento de Ponche y Chicuete que soñaban de juguete con el chucho ciclista que soñaba deleitas
  • El cuento del loco cuartiyero, mechudo del pelo, que decía tonterías y se mordía los dientes con la mano

Más cuentos.

  • El cuento del loro antiparras que hablaba por la boca
  • El cuento pe la mula morida que creyó questaba viva y estaba tonta la pogre almita matere
  • El cuento del despejismo termino medio casi imposible de describir pero que permanece en la fotografiya de la memoria de modo indeleble
  • El cuento de la niña bañada que les toco la traguiata por asustar
  • El cuento del tambor embrujado que se sonaba sin pañuelo
  • El cuento de la lucita misteriosa, el tesoro, el pirata y el tonto derrochante
  • El cuento de gorro gorrito y gorro gorrión con la trompeta y el cajón
  • El cuento de la Titila y la Camucha que andaban mirando el pulida de la esquina
  • El cuento de la luna de miel y el beso
  • El cuento del misterioso barrigante quiasaber quera y que se supo por fregar
  • El cuento del tren divierta que asustaba por la puerta
  • El cuento espantoso que nisiacabó .
  • El cuento de las espantadas inventadas y el premio arronjado .
  • El cuento de Mélico y Caitío, que se bañaron debajo del paragüe murciégalo
  • El cuento del tamborito bombístico que quería ser cultos
  • El cuento de Temblorete, los con nudos y el cuete burla burla
  • El cuento de la ponencia trágica, la vigilancia fructífera y la sorpresa cancerosa que nuera ninguna monja mareña sino la puritita muerte repentina
  • El cuento del platío volante, los intrusos pichiches de ultramundo, el vigilante rubicundo y el fracaso histórico
  • El cuento de la codornice que estaba sólita en la solerne solitud de la asoliada soledá
  • El cuento de Talnique y la Pelucinga que casi jugaron diamores en una vereda en jlor
  • El cuento del sentado en el zacate, Panduro Carburo y Tintikaka
  • El cuento de Kujupujo Cilindron y Perraje Pitoreta que le vieron la sirena a un bolo
  • El cuento del tal Cayito quera ñeto, malcriadoso y diajuste algo idiota de las entendederas
  • El cuento de las fieras gritonas, hediondas del circo, a diez centavos la acercada
  • El cuento de Coco, la pecosa Salpora, el gayo Julián y la mamá juriosa
  • El cuento de la Cuitia y el pedico con la pifiada
  • El cuento del cuento que contaron


Referencia