Soy manso y humilde de corazón
Fecha: 05-07-2020.
Ciclo Litúrgico: XIV domingo ordinario Ciclo-A.
Tema: Alegría.
Evangelio según San Mateo (11, 25-30).
En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera»
Homilía
Nuestra reflexión, hoy, se encierra en cuatro pequeños capítulos.
1.Una experiencia se vuelve alegría.
2.Los sencillos se sienten bien con Jesús.
3.El descanso Que Jesús nos ofrece.
4.Una advertencia
1.Una experiencia se vuelve alegría.
A través de su experiencia diaria, Jesús va observando de que los poderosos, los del templo (sacerdotes), y los especialistas en cuanto a las leyes (los escribas) tienen una actitud cerrada ante su persona y su mensaje. Herodes veía al niño que nació en Belén como un rival; alguien que había venido para disputarle el poder. Los sacerdotes se preocupaban porque Jesús solía estar más interesado en el sufrimiento de la gente, que en la observancia de la religión. Y los maestros de la ley y los escribas no comparten para nada aquella total libertad de Jesús, ante las leyes sagradas, poniendo al ser humano por encima de las mismas. Por el contrario, veía que la gente sencilla sí demostraba interés en su persona y se abría a su mensaje. Esta situación le preocupaba a Jesús: ¿algún día llegarían a captar su mensaje los líderes religiosos, los especialistas de la ley y los poderosos? Cada día era más evidente: lo que al pueblo sencillo le llenaba de alegría, a ellos los dejaba indiferentes. Esta preocupación, sin embargo, con los días se va convirtiendo en alegría alegría que, en el evangelio, expresa, a través de una acción de gracias: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla sí Padre así te ha parecido mejor.” Una experiencia preocupante se convierte en alegría.
2.Los sencillos se sienten bien con Jesús.
“Aquellos campesinos que vivían defendiéndose del hambre y de los grandes terratenientes le entendían muy bien: Dios los quería ver felices, sin hambre ni opresores los enfermos se fiaban de él, y animados por su fe, volvían a creer en el Dios de la vida las mujeres, que se atrevían a salir de su casa para escucharle ,intuían de que Dios tenía que amar como decía Jesús: con entrañas de madre la gente sencilla del pueblo sintonizaba con él el Dios que les anunciaba era él que anhelaban y necesitaban” (José Antonio Pagola). Para reafirmar lo que estamos diciendo quisiera referirme a lo que nos cuenta el mismo evangelista Mateo en el capítulo 22,34-40. Una vez más, los fariseos trataron de ponerlo a prueba y le hicieron la siguiente pregunta: ¿Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley? Por cierto, unas preguntas difíciles de contestar existían unas 613 leyes y según lo entendieron los especialistas en leyes: uno tenía que conocerlas y cumplirlas cabalmente, a cada una de ellas, para poder alcanzar la salvación se imaginan como se sentían los sencillos que no eran capaces de memorizar tanta ley y mucho menos de cumplirlas cada una de ellas a los sencillos, los pobres les tocaba arrastrar este paquete de leyes como una tremenda carga. Jesús no vacila para nada en contestar esta pregunta el mandamiento más importante es el mandamiento del amor como que les dice a los pobres, no se preocupen por tanta ley, por tanta norma, por tanto, requisito, vivan el amor y serán salvos. Sin duda, de parte de Jesús, un mensaje liberador para los sencillos e igualmente para nosotros de ahí que se sentían bien con Jesús.
3.El descanso que Jesús nos ofrece
Lo expuesto en el numeral dos, nos permite entender de que en él podemos encontrar descanso, pues su yugo es suave y su carga liviana. Trasladando la reflexión a la vida de cada uno y cada una de nosotros. (Según José Antonio Pagola). Hay un cansancio que proviene de una vida agitada; no respetamos las horas que necesitamos para dormir, ni las horas indicadas para comer; tratamos de hacer cada vez más cosas en menos tiempo con el correr del tiempo, nos vamos degastando, cada vez más esperamos las vacaciones para componernos y después poder retomar la misma vida agitada. No es bueno esto, no basta desconectarnos un tiempo lo que necesitamos es una vida menos acelerada, con las horas necesarias para dormir y las horas indicadas para comer, dejar de hacer algunas cosas, vivir más despacio y de manera más descansada. Hay otro tipo de cansancio que nace de la saturación vivimos un exceso de actividades, relaciones, citas, encuentros, comidas además tenemos a la mano el teléfono inteligente, la computadora, el correo electrónico etc. Facilitan nuestro trabajo pero a la vez introducen en nuestra vida una saturación estamos en todas partes, siempre localizables, siempre conectados nos cansamos y para reponernos, de nuevo esperamos las vacaciones, para luego retomar esa misma vida saturada. Es un error lo que necesitamos es aprender a ordenar nuestra vida: cuidar lo importante, relativizar lo accidental, dedicar más tiempo a lo que nos da paz interior y sosiego. Hay también otro cansancio más difuso, difícil de precisar estamos cansados de nosotros mismos experimentamos nuestra vida como una rutina sin sentido, sin encontrar lo que en el fondo anhela nuestro corazón las vacaciones, de por sí, no curan este vacío que sentimos. ¿Cómo vamos a dar a nuestra vida, más profundidad y mayor perspectiva? Haciendo este planteamiento, nos estamos acercando a la parte espiritual, a lo mejor igualmente indispensable para alcanzar la plenitud de la vida humana. En este sentido, no es superfluo escuchar las palabras de Jesús: “Vengan a mí los que están cansados y los aliviaré”. Hay un descanso que solo se puede encontrar en el misterio de Dios, acogido en nuestro corazón, siguiendo los pasos de Jesús este es el descanso que Jesús nos ofrece.
4.Una advertencia.
Ante la alabanza que Jesús hace al pueblo sencillo, podrían algunos opinar, desde alguna experiencia personal, de que este pueblo sencillo no siempre es tan de corazón limpio. La misma biblia no oculta, que ha sido el mismo pueblo sencillo, que unos días antes todavía homenajeaba, a Jesús y en él reconocía a su profeta, que le pidió a Pilato a que diera libertad a Barrabás y a Jesús lo crucificara. Hubo alguna manipulación de parte de los jefes de los sacerdotes y los jefes de los judíos. Los manipuladores nunca faltan. A los sencillos les toca cuidar sus corazones no permitir que se vayan metiendo, en ellos, una serie de sentimientos negativos: fanatismo, ambición, codicia, etc. Estos sentimientos nos llevan a prácticas indeseables el pueblo tendrá que cuidarse, informarse lo mejor posible y buscar siempre buenos consejeros y al final, con toda libertad, hacer su propia opción.
Esto no quita nada de lo anteriormente dicho y de lo que tantas veces escuchamos y proclamamos en aquellos años del conflicto:
“Solo el pueblo unido y organizado,
Salvará al pueblo.”!!!