Diferencia entre revisiones de «El pescadito de oro.»

De CEBES Perquín
(Página creada con «Esta leyenda se desarrolla en Nahulingo, población vecina a la ciudad de Izalco en Sonsonate, es un lugar famoso por su natural belleza, además que es cuna de hechiceros…»)
 
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Pero estos malvados hechiceros, no contaron que las personas de corazón puro y noble, igual puedan ver aquel afligido pececito de oro que nada en las cristalinas aguas de aquel manantial de Nahulingo.
 
Pero estos malvados hechiceros, no contaron que las personas de corazón puro y noble, igual puedan ver aquel afligido pececito de oro que nada en las cristalinas aguas de aquel manantial de Nahulingo.
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Revisión del 14:11 28 sep 2020

Esta leyenda se desarrolla en Nahulingo, población vecina a la ciudad de Izalco en Sonsonate, es un lugar famoso por su natural belleza, además que es cuna de hechiceros y adivinos.

Cuentan los legendarios pobladores, que en aquellos tiempos, existía una hermosa joven, que todos los hombres del pueblo la admiraban y deseaban casarse con ella, hasta los mismos brujos intentaban conquistarla, pero, la muchacha no estaba pendiente de enamorados  por lo que no le prestaba atención a ninguno de ellos.

Entonces los malvados brujos, furiosos porque según ellos se sentían despreciados, y en un momento exclamaron: “en venganza porque a ninguno de nosotros nos acepta ni nos quiere, te haremos un encantamiento para que no seas de más nadie y únicamente nosotros te vemos”

En muchas ocasiones, la hermosa joven, visitaba el manantial ubicado en el cantòn Piedra de Moler, en el municipio Nahulingo, se despojó de su vestimenta y se lanzaba para bañarse en sus frescas y cristalinas.

Cuando estaba disfrutando en el centro del manantial, empezó a convertirse en un pequeño pez y de tono dorado. Los hechiceros, se ocultaron en la tupida vegetación, y observarán su transformación, no le aceptaron que escapara y todos preparados sus filosos cuchillos, exclamando:

“te hemos castigado, por despreciar nuestro amor, desde este momento y por la eternidad te transformaras en un pececito de oro, eres nuestro mayor tesoro, y nadie nos prohibirá que te podamos ver”

Pero estos malvados hechiceros, no contaron que las personas de corazón puro y noble, igual puedan ver aquel afligido pececito de oro que nada en las cristalinas aguas de aquel manantial de Nahulingo.