Diferencia entre revisiones de «Investigación Gorgojo de pino ACMM FIAES 2017»

De CEBES Perquín
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</div>El objetivo es ”Proporcionar información de base sobre la plaga  del gorgojo descortezador del pino (Dendroctonus frontalis Zimmernann), desastre natural que ha impactado en la subcuenca del Río Torola, a la vez proveer información sobre el estado de conservación del bosque de coníferas y un plan para su restauración ecológica”.
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Los bosques de la cuenca del Río Torola en los últimos años han sido afectados por incendios, dos años de sequía (2014 y 2015) y en el caso del bosque de coníferas, además de las anteriores afectaciones o desastres, ha sido afectado por la plaga del gorgojo descortezador del pino (D. frontalis Z.) que ha significado una pérdida superior a los 46000 árboles de pino.
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Para el desarrollo de este trabajo se ha recopilado información primaria que ha sido proporcionada por las diferentes organizaciones gestionando en el territorio. Con la participación de líderes de organizaciones se han realizado reuniones con grupos focales a fin de recopilar información y realizar varios análisis participativos. Se ha realizado también trabajo de campo en cuanto a la inspección y recopilación de datos sobre los impactos ambientales debidos a pérdida de árboles relacionados con la plaga mencionada y las acciones desarrolladas; para monitorear el desarrollo del proceso de restauración en áreas afectadas y para recopilar datos sobre la estructura horizontal del bosque de coníferas.
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La información recopilada ha sido procesada para ahora presentar la información relativa a los propietarios afectados por la plaga en estudio, sobre los impactos ambientales y su valoración, sobre los factores influyentes, sobre los niveles de riesgo a cuatro amenazas relacionadas con la plaga; información sobre los niveles de vulnerabilidad del bosque y las comunidades que en el habitan. Se aborda el modelo de manejo del bosque de coníferas y los incendios como dos de los factores más influyentes en el aparecimiento y desarrollo de la plaga. Se presentan también los resultados del estudio de la estructura horizontal del bosque, sobre la biodiversidad y sobre su estado de conservación y del bosque.
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Finalmente, se presenta una propuesta de restauración ecológica del bosque de coníferas que propone seis líneas de acción que son: L1. Reducción de la vulnerabilidad, L2. Supresión o atenuación de los factores influyentes en los problemas del bosque de coníferas: los incendios, el chapeo o limpieza del bosque, tala ilegal, cambio de uso del suelo. L3. Ordenamiento interno del territorio en el bosque de coníferas. Restauración por medio de la regeneración natural/sucesión natural pasiva, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental y reducción de la vulnerabilidad. L4. Restablecimiento de las condiciones edáficas e hidrológicas con reintroducción de la biota. L5. Restauración por medio de ordenamiento interno del territorio, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental, reducción de la vulnerabilidad, restauración por medio de la regeneración natural/sucesión natural pasiva y sucesión natural activa. L6. Ordenamiento interno del territorio en el bosque de coníferas, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental, reducción de la vulnerabilidad, recuperación de cobertura de bosques de coníferas (sucesión natural activa), implementación de sistemas silvopastoriles y sistemas agroforestales en áreas de pastizales recuperadas. Las acciones estratégicas propuestas están orientadas a dar respuesta a los impactos de la plaga (gestión reactiva), a actuar sobre las condiciones y dinámica del problema que es necesario corregir (gestión correctiva) y al desarrollo de acciones que garanticen la no ocurrencia de la plaga a futuro, sus factores influyentes y amenazas relacionadas (gestión prospectiva).
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'''<big>IMPORTANCIA Y APLICACIÓN DEL ESTUDIO</big>'''
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Para una debida ejecución de un proyecto de manejo y conservación es necesario contar con información ecológica sobre el estado actual del área a intervenir, información sobre los factores ambientales (abióticos y bióticos).
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Los factores climatológicos y ecológicos generales que caracterizan una determinada zona boscosa, a pesar de expresar de alguna manera la composición, las estructuras y algunos tipos de vegetación, no son suficientes como base para la planificación silvicultural local, ni para la formulación y ejecución de planes locales de desarrollo, tales como los referidos al Ordenamiento Territorial (POT), que involucran el manejo de los recursos naturales. Por tal razón se necesita recolectar información más exacta sobre la diversidad y riqueza de especies a nivel local, su proporción y distribución, así como el estado de las masas en pie, las estrategias de repoblación, la dinámica y el crecimiento o desarrollo del bosque (Melo, 2001).
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El bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola enfrenta el problema de la deforestación (transformación a otro uso de la tierra, pérdida de cobertura forestal para el establecimiento de pastizales o cultivos), lo cual ocasiona una reducción de la cobertura y la pérdida de valiosos servicios ecosistémicos.
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'''<big>RESUMEN</big>'''
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En la cuenca del Río Torola se han cuantificado a la fecha 304 propietarios de terrenos en el bosque de coníferas, 278 propietarios que reportan pérdida de árboles relacionadas a la plaga del gorgojo descortezador del pino. El porcentaje promedio de propietarios afectados por municipios oscila entre 5-9%, a excepción del municipio de Arambala donde estadísticamente se registra un porcentaje del 37.77% y Perquín el 14.03% de propietarios de terrenos afectados por la plaga. La información existente sobre propietarios es muy poca y la existente es muy variada, diferente y dispersa.
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Los impactos ambientales identificados en relación a la plaga del gorgojo descortezador del pino (Dendroctonus frontalis Zimmernann) y las actividades paralelas en el bosque de coníferas son positivos como negativos. Entre los impactos ambientales positivos están: Impactos en la condición económica, social y cultural de los propietarios de terrenos, empleados y comunidades. Impacto positivo con la apertura de carreteras que facilitan las actividades de los propietarios de bosques y las comunidades; Apoyo en acciones de mitigación relacionados a la pérdida de árboles de pino (viveros, traslado de plántulas, jornales para el ahoyado, siembra de árboles y cortinas rompevientos) y finalmente, la realización de acciones de infiltración de agua/recarga de los acuíferos, protección del suelo y fortalecimiento de las capacidades de los propietarios de terrenos.
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Los principales impactos ambientales negativos y significativos identificados en relación a la plaga del gorgojo descortezador del pino y sus acciones paralelas, han sido: Degradación y erosión del suelo, contaminación y posible cambio de uso del suelo (ponderado como negativo, significativo alto, -*A), afectación de la escorrentía superficial (incremento del drenaje superficial (-*M, medio), afectación de las aguas subterráneas, disminución y/o contaminación de los acuíferos (-*M); Afectación de los recursos biológicos (-*M), Potenciación de amenazas naturales (Sequía, cambio climático, ENOS, Contaminación) (-*M y A), Posible contaminación por sustancias peligrosas (-”M) y afectación del paisaje (-*A).
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Diferentes informes han abordado los factores que influyen para el crecimiento de las poblaciones y afectación por el gorgojo descortezador del pino. En el caso de este trabajo, a través de las inspecciones de campo, se encontró la influencia de los siguientes factores: la vulnerabilidad propia del bosque debido a que son aprovechados intensamente, generalmente suelos muy pobres, superficiales o con muy poca profundidad efectiva, empinados a muy empinados, con drenaje rápido. Además, hay una alta influencia del cambio climático (incremento de las temperaturas y sequías), ocurrencia de incendios y quemas y acciones de manejo realizadas con el objetivo de ayudar al bosque pero que lo perjudican (incendios, chapeo o limpieza, extracción de madera sin acciones de mitigación ambiental).
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El nivel de riesgo del bosque de coníferas y sus municipios en la cuenca del Río Torola, ante las plagas y enfermedades se valora como Alto, el riesgo ante los incendios a la deforestación y al cambio climático en el bosque de coníferas en la cuenca del Río Torola igualmente se valora como Alto, en los casos de el Municipio de Perquín ha resultado con riesgo muy alto ante los incendios y la deforestación y el municipio de Corinto muy alto ante los cuatro factores o amenazas evaluados. En el mismo sentido la Vulnerabilidad del bosque de coníferas y de los municipios con territorio en este ecosistema, han resultado con Vulnerabilidad Alta (Porcentaje promedio de 66.64%), destacándose varios tipos de vulnerabilidad que muestran los más altos valores: Vulnerabilidad institucional, 75% (bajo cumplimiento de leyes, reglamentos y normas del Estado; se refiere a la respuesta del estado), V. Técnica, 75% (bajo nivel de conocimientos, tecnología, procesos para la conservación del bosque), V. Económica, 75% (Desempleo, bajos ingresos económicos, bajo acceso a educación, baja diversidad de medios de vida); Vulnerabilidad natural, 72.5% (El ecosistema es vulnerable por sus límites naturales/ambientales al calor, falta de agua, suelos infértiles, daños físicos por incendios, etc.) y Vulnerabilidad ecológica, 70.83% (El modelo de desarrollo ha estado y está basado en la dominación y destrucción de los recursos del ambiente, ha conducido a tener un ecosistema altamente vulnerable, observándose indicios de incapacidad de autoajustarse internamente para compensar los efectos directos o indirectos de la acción humana y altamente riesgosos para las comunidades que los explotan o habitan).
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Ante el aparecimiento de la plaga del gorgojo descortezador del pino, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, incluidas las Alcaldías, con algunos propietarios, se reunieron y dieron diferentes respuestas: coordinación, monitoreo, recopilación de información, gestión de fondos, organización de cuadrillas de trabajo (grupos de emergencia), dialogaron y se coordinaron, establecieron protocolos, destinaron fondos para proyectos, formularon proyectos, etc, por lo tanto desarrollaron acciones de gestión para abordar esta problemática.
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El modelo de manejo del bosque de coníferas en la cuenca del Río Torola, es casi natural, ya que muy bajos porcentajes estimados de propietarios (definidos participativamente) realizan acciones de manejo forestal: cercado, 71% de los propietarios; rondas contra incendios 8.40% de los propietarios; obras de conservación de suelos, 7.40%; acciones de vigilancia para evitar incendios son financiadas por algunas Alcaldías; ONGs implementaron algunos proyectos de apoyo y en 2017 las más grande acción de reforestación de la historia fueron realizadas por las organizaciones y Alcaldías a iniciativa del MARN. Sin embargo, las acciones de aprovechamiento del bosque son varias y con porcentajes altos (porcentajes estimados participativamente): Aprovechamiento para pastoreo, 58% de los propietarios; Aprovechamiento para venta de madera, 49%; aprovechamiento para venta y/o consumo de leña, 41%), otras formas de aprovechamiento del bosque son puntuales o específicas (aprovechamiento para el turismo, 11% de los propietarios; Aprovechamiento para la venta y/o consumo de ocote, 4.80%). A esta situación se deben agregar varias acciones realizadas en el bosque y que causan altos impactos ambientales negativos: la “limpieza” o “chapeo” del bosque y muchos incendios, son realizados con la concepción de que ayudar al bosque, para cambiar el uso de bosque a pastizal y algunas debido a cacería o criminalidad.
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El manejo del bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola en el marco de Planes de Manejo Forestal (sustento legal en la Ley Forestal), en base a tres experiencias de este tipo que han sido aprobadas por el MAG, indican que han contribuido única y muy significativamente hacia el aprovechamiento sin restricciones y/o muy bajos controles y sin la realización de ninguna o pocas medidas de mitigación de los impactos ambientales de la tala de árboles. Uno de estos casos (Talchiga) llevó a la tala en muy poco tiempo de unas 200 mz de bosque, sin medidas de mitigación ambiental ante los impactos ambientales negativos, éstas fueron seguidas de acciones comunitarias y organizativas de denuncia, procesos legales y conflictos.
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Sobre el monitoreo del proceso de restauración / reforestación, en las áreas afectadas y con impactos ambientales negativos debido a la pérdida de árboles relacionados a la plaga del gorgojo descortezador del pino, desde el punto de vista de la restauración ecológica, se concluye que se desarrolla excelentemente en unas áreas, muy bien en otras y con retrocesos en unas pequeñas excepciones. De los tres indicadores utilizados para el monitoreo ecológico de la restauración, en cuanto al primer indicador: Número de especies cicatrizantes de claros, se observa el más alto número de especies en las áreas cuyo uso del suelo es como bosques, no han ocurrido incendios y la restauración es natural (34 spp). Un número importante de especies cicatrizantes de claros se desarrolla también en las áreas de bosque utilizadas como pastizal, en restauración natural (21 spp); aunque en una leve menor cantidad también se desarrollan un importante número de especies cicatrizantes en las áreas de bosques utilizadas también como pastizal y que se han realizado acciones de reforestación SIN “chapeo” o “limpia del terreno” (21 spp). El caso contrario, donde se observa un número SIGNIFICATIVAMENTE muy bajo de especies cicatrizantes de claros se ha cuantificado en las parcelas de bosque afectadas por la plaga del gorgojo descortezador del pino, utilizadas como bosque, han ocurrido incendios y se ha realizado reforestación CON “chapeo” o “limpia del terreno”, ya que con esta acción se elimina la diversidad de las especies cicatrizantes o sucesión primaria, muy posiblemente retrocediendo el proceso de restauración ente 1-2 años atrás de la fecha del impacto de la pérdida de árboles relacionados a la plaga del gorgojo descortezador, y de continuar “chapeando” o “limpiando” los terrenos donde se ha reforestado con pino, bajo principios de Monocultivos (no de manejo de bosques), el proceso de restauración del ecosistema no ocurrirá, sino mayor deterioro del suelo y de los bienes y servicios ecosistémicos aportados por el bosque de coníferas.
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Sobre el indicador: porcentaje estimado de cobertura del suelo por parte de las especies cicatrizantes de claros (sucesión primaria), se observó que la cobertura del suelo es mayor en las áreas en las que el uso del suelo es solamente como bosque, y en éste, superiores porcentajes donde ocurre restauración natural (cobertura promedio estimada: 86.5% en los meses de noviembre y diciembre); la cobertura del suelo por parte de las especies cicatrizantes es menor en las áreas donde el bosque es además utilizado como pastizal (porcentaje promedio estimado del 50% en los mismos meses anteriores).
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En cuanto al indicador “Desarrollo de especies latentes en el banco de semillas” (árboles, plántula, arbustos en estadío joven, nacidos en el año en curso), se cuantificó el mayor número de especies en las parcelas que son únicamente utilizadas como bosque y ocurre restauración natural. Un número menor de especies se desarrolla en las áreas de bosque y/o bosque utilizado como pastizal en las que se realiza reforestación SIN “chapeo” o “limpia” del terreno. En el caso de áreas de bosque impactadas por la tala relacionada a la plaga del gorgojo descortezador del pino, han ocurrido incendios y además se realizan acciones de reforestación CON “chapeo” o “limpieza” del terreno, se encontraron 0 (cero) especies del banco de semillas, ya que un alto porcentaje de semillas o material vegetativo para continuar la reproducción y perpetuación de la especies debieron ser eliminadas por el impacto de los incendios previos a la plaga y el poco material del banco de semillas que quedó fue eliminado con “limpieza” o “chapeo” del terreno realizado durante acciones de reforestación.
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La cobertura de bosques en los municipios en estudio muestra un comportamiento hacia la reducción en los últimos 36 años, calculándose las más altas tasas de deforestación anual en los municipios de Polorós, Arambala y luego en Ciudad Barrios y Corinto. Tasas intermedias de deforestación anual en los municipios de Perquín, Lislique, Torola, Delicias de Concepción y Joateca.
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El bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola, posee varias especies importantes para este ecosistema. Basados en su abundancia, frecuencia y dominancia, las especies con mayor peso o valor de importancia (I.V.I) han resultado ser: Miconica albicans (Sw) Steud. (21.92), Clidemia serisea D. Don (19.93), Pinus oocarpa Schiede ex Schdltdl.(16.41), Quercus segoviensis Liebm.(16.35), Calliandra tergemina var. Marginata (Humb. & Bonpl. Ex Willd.) (14.93), Cyathea divergens var. tuerckheimii (Maxon) R.M. Tryon (9.39), Quercus peduncularis Née (8.94), Quercus sapotifolia Liebm. (8.60), Calliandra houstoniana (Mill) Standl. (8.24), Psidium guineense Sw (7.10) y muchas otras especies más.
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El equilibrio de este ecosistema se basa en la existencia e importancia de muchas especies, por lo tanto, su conservación depende de que ésta no disminuya. En la tala o extracción de árboles maderables, se deben tener los más altos cuidados, precauciones y criterios a fin de no dañar esta diversidad y de la realización de medidas de mitigación para conservar este nivel de diversidad.
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El ecosistema Bosque de Coníferas de la cuenca del Río Torola posee alta diversidad, que lo muestra el valor del Índice de Margalef (5.176) (Índice de Margalef superiores a 2 en ANP La Ermita, Joateca (3.43 y 3.0) y Cerro de Nube, Corinto (3.46)).
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La riqueza de organismos o especies en el habitat bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola es también alto, de acuerdo al resultado obtenido del Índice de Simpson (D), cuyo valor para la cuenca ha sido de 0.090 (muy alejado de la unidad). Similar resultado se obtuvo en los sitios de muestreo, ANP La Ermita, Joateca (D=0.1208 y D= 0.131) y Cerro de Nubes, Corinto (D=0.1400).
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La riqueza de organismos es sustentada también a través del Índice de Menhinick (Dmn) obtenido, resultando un valor de 0.9925 para la cuenca (La riqueza de especies es mayor a medida Dmn se acerca a cero). Los resultados obtenidos en los sitios de muestreo son: Dmn en el P1 la Erminta:1.2574, Dmn en el P2 la Erminta: 0.66006, Dmn en el P3 Cerro de Nubes, Corinto: 1.416. La diversidad de especies en relación con la dominancia de alguna (s) especie (s), es también alta en este hábitat, ya que el resultado obtenido del Índice de Berger Parker (d) a sido de d=0.1670 para la cuenca del Rio Torola. Resultado similar se ha obtenido en los sitios de muestreo: ANP La Ermita, Joateca (d=0.2411 y d=0.2061; Cerro de Nubes, Corinto d=0.2111).
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Existe un alto número de especies vegetales identificadas en el bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola (559 especies de 93 familias), que también muestra la alta diversidad biológica existente. Es necesario dar la debida importancia a la conservación de la diversidad biológica, ya que desempeña un rol importante en la conservación del bosque, además, resaltar la necesidad de mejorar la gestión en dicho bosque ya que 69 especies se encuentra en estados de conservación que requieren acciones para no llegar a perder dichas especies, estos son, por la UICN: Planta con datos insuficientes (1 especie), Planta en peligro menor (30 especies), Planta en Estado Vulnerable de Extinción (1 especie), Planta en Peligro de Extinción (3 especies), Planta en Estado Amenazado de Extinción (15 especies).
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A lo anterior se debe agregar el estatus de conservación de este ecosistema en Centroamérica, asignado por el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF): “en peligro crítico”, “amenazado” (deforestación, los incendios forestales, la conversión del suelo para agricultura, plantaciones, ganadería) y en caso de esta ecoregión como una zona “críticamente amenazada”.

Revisión actual del 16:03 11 ago 2021

El objetivo es ”Proporcionar información de base sobre la plaga del gorgojo descortezador del pino (Dendroctonus frontalis Zimmernann), desastre natural que ha impactado en la subcuenca del Río Torola, a la vez proveer información sobre el estado de conservación del bosque de coníferas y un plan para su restauración ecológica”.

Los bosques de la cuenca del Río Torola en los últimos años han sido afectados por incendios, dos años de sequía (2014 y 2015) y en el caso del bosque de coníferas, además de las anteriores afectaciones o desastres, ha sido afectado por la plaga del gorgojo descortezador del pino (D. frontalis Z.) que ha significado una pérdida superior a los 46000 árboles de pino.

Para el desarrollo de este trabajo se ha recopilado información primaria que ha sido proporcionada por las diferentes organizaciones gestionando en el territorio. Con la participación de líderes de organizaciones se han realizado reuniones con grupos focales a fin de recopilar información y realizar varios análisis participativos. Se ha realizado también trabajo de campo en cuanto a la inspección y recopilación de datos sobre los impactos ambientales debidos a pérdida de árboles relacionados con la plaga mencionada y las acciones desarrolladas; para monitorear el desarrollo del proceso de restauración en áreas afectadas y para recopilar datos sobre la estructura horizontal del bosque de coníferas.

La información recopilada ha sido procesada para ahora presentar la información relativa a los propietarios afectados por la plaga en estudio, sobre los impactos ambientales y su valoración, sobre los factores influyentes, sobre los niveles de riesgo a cuatro amenazas relacionadas con la plaga; información sobre los niveles de vulnerabilidad del bosque y las comunidades que en el habitan. Se aborda el modelo de manejo del bosque de coníferas y los incendios como dos de los factores más influyentes en el aparecimiento y desarrollo de la plaga. Se presentan también los resultados del estudio de la estructura horizontal del bosque, sobre la biodiversidad y sobre su estado de conservación y del bosque.

Finalmente, se presenta una propuesta de restauración ecológica del bosque de coníferas que propone seis líneas de acción que son: L1. Reducción de la vulnerabilidad, L2. Supresión o atenuación de los factores influyentes en los problemas del bosque de coníferas: los incendios, el chapeo o limpieza del bosque, tala ilegal, cambio de uso del suelo. L3. Ordenamiento interno del territorio en el bosque de coníferas. Restauración por medio de la regeneración natural/sucesión natural pasiva, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental y reducción de la vulnerabilidad. L4. Restablecimiento de las condiciones edáficas e hidrológicas con reintroducción de la biota. L5. Restauración por medio de ordenamiento interno del territorio, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental, reducción de la vulnerabilidad, restauración por medio de la regeneración natural/sucesión natural pasiva y sucesión natural activa. L6. Ordenamiento interno del territorio en el bosque de coníferas, atenuación de los factores responsables de la degradación ambiental, reducción de la vulnerabilidad, recuperación de cobertura de bosques de coníferas (sucesión natural activa), implementación de sistemas silvopastoriles y sistemas agroforestales en áreas de pastizales recuperadas. Las acciones estratégicas propuestas están orientadas a dar respuesta a los impactos de la plaga (gestión reactiva), a actuar sobre las condiciones y dinámica del problema que es necesario corregir (gestión correctiva) y al desarrollo de acciones que garanticen la no ocurrencia de la plaga a futuro, sus factores influyentes y amenazas relacionadas (gestión prospectiva).

IMPORTANCIA Y APLICACIÓN DEL ESTUDIO

Para una debida ejecución de un proyecto de manejo y conservación es necesario contar con información ecológica sobre el estado actual del área a intervenir, información sobre los factores ambientales (abióticos y bióticos).

Los factores climatológicos y ecológicos generales que caracterizan una determinada zona boscosa, a pesar de expresar de alguna manera la composición, las estructuras y algunos tipos de vegetación, no son suficientes como base para la planificación silvicultural local, ni para la formulación y ejecución de planes locales de desarrollo, tales como los referidos al Ordenamiento Territorial (POT), que involucran el manejo de los recursos naturales. Por tal razón se necesita recolectar información más exacta sobre la diversidad y riqueza de especies a nivel local, su proporción y distribución, así como el estado de las masas en pie, las estrategias de repoblación, la dinámica y el crecimiento o desarrollo del bosque (Melo, 2001).

El bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola enfrenta el problema de la deforestación (transformación a otro uso de la tierra, pérdida de cobertura forestal para el establecimiento de pastizales o cultivos), lo cual ocasiona una reducción de la cobertura y la pérdida de valiosos servicios ecosistémicos.

RESUMEN

En la cuenca del Río Torola se han cuantificado a la fecha 304 propietarios de terrenos en el bosque de coníferas, 278 propietarios que reportan pérdida de árboles relacionadas a la plaga del gorgojo descortezador del pino. El porcentaje promedio de propietarios afectados por municipios oscila entre 5-9%, a excepción del municipio de Arambala donde estadísticamente se registra un porcentaje del 37.77% y Perquín el 14.03% de propietarios de terrenos afectados por la plaga. La información existente sobre propietarios es muy poca y la existente es muy variada, diferente y dispersa.

Los impactos ambientales identificados en relación a la plaga del gorgojo descortezador del pino (Dendroctonus frontalis Zimmernann) y las actividades paralelas en el bosque de coníferas son positivos como negativos. Entre los impactos ambientales positivos están: Impactos en la condición económica, social y cultural de los propietarios de terrenos, empleados y comunidades. Impacto positivo con la apertura de carreteras que facilitan las actividades de los propietarios de bosques y las comunidades; Apoyo en acciones de mitigación relacionados a la pérdida de árboles de pino (viveros, traslado de plántulas, jornales para el ahoyado, siembra de árboles y cortinas rompevientos) y finalmente, la realización de acciones de infiltración de agua/recarga de los acuíferos, protección del suelo y fortalecimiento de las capacidades de los propietarios de terrenos.

Los principales impactos ambientales negativos y significativos identificados en relación a la plaga del gorgojo descortezador del pino y sus acciones paralelas, han sido: Degradación y erosión del suelo, contaminación y posible cambio de uso del suelo (ponderado como negativo, significativo alto, -*A), afectación de la escorrentía superficial (incremento del drenaje superficial (-*M, medio), afectación de las aguas subterráneas, disminución y/o contaminación de los acuíferos (-*M); Afectación de los recursos biológicos (-*M), Potenciación de amenazas naturales (Sequía, cambio climático, ENOS, Contaminación) (-*M y A), Posible contaminación por sustancias peligrosas (-”M) y afectación del paisaje (-*A).

Diferentes informes han abordado los factores que influyen para el crecimiento de las poblaciones y afectación por el gorgojo descortezador del pino. En el caso de este trabajo, a través de las inspecciones de campo, se encontró la influencia de los siguientes factores: la vulnerabilidad propia del bosque debido a que son aprovechados intensamente, generalmente suelos muy pobres, superficiales o con muy poca profundidad efectiva, empinados a muy empinados, con drenaje rápido. Además, hay una alta influencia del cambio climático (incremento de las temperaturas y sequías), ocurrencia de incendios y quemas y acciones de manejo realizadas con el objetivo de ayudar al bosque pero que lo perjudican (incendios, chapeo o limpieza, extracción de madera sin acciones de mitigación ambiental).

El nivel de riesgo del bosque de coníferas y sus municipios en la cuenca del Río Torola, ante las plagas y enfermedades se valora como Alto, el riesgo ante los incendios a la deforestación y al cambio climático en el bosque de coníferas en la cuenca del Río Torola igualmente se valora como Alto, en los casos de el Municipio de Perquín ha resultado con riesgo muy alto ante los incendios y la deforestación y el municipio de Corinto muy alto ante los cuatro factores o amenazas evaluados. En el mismo sentido la Vulnerabilidad del bosque de coníferas y de los municipios con territorio en este ecosistema, han resultado con Vulnerabilidad Alta (Porcentaje promedio de 66.64%), destacándose varios tipos de vulnerabilidad que muestran los más altos valores: Vulnerabilidad institucional, 75% (bajo cumplimiento de leyes, reglamentos y normas del Estado; se refiere a la respuesta del estado), V. Técnica, 75% (bajo nivel de conocimientos, tecnología, procesos para la conservación del bosque), V. Económica, 75% (Desempleo, bajos ingresos económicos, bajo acceso a educación, baja diversidad de medios de vida); Vulnerabilidad natural, 72.5% (El ecosistema es vulnerable por sus límites naturales/ambientales al calor, falta de agua, suelos infértiles, daños físicos por incendios, etc.) y Vulnerabilidad ecológica, 70.83% (El modelo de desarrollo ha estado y está basado en la dominación y destrucción de los recursos del ambiente, ha conducido a tener un ecosistema altamente vulnerable, observándose indicios de incapacidad de autoajustarse internamente para compensar los efectos directos o indirectos de la acción humana y altamente riesgosos para las comunidades que los explotan o habitan).

Ante el aparecimiento de la plaga del gorgojo descortezador del pino, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, incluidas las Alcaldías, con algunos propietarios, se reunieron y dieron diferentes respuestas: coordinación, monitoreo, recopilación de información, gestión de fondos, organización de cuadrillas de trabajo (grupos de emergencia), dialogaron y se coordinaron, establecieron protocolos, destinaron fondos para proyectos, formularon proyectos, etc, por lo tanto desarrollaron acciones de gestión para abordar esta problemática.

El modelo de manejo del bosque de coníferas en la cuenca del Río Torola, es casi natural, ya que muy bajos porcentajes estimados de propietarios (definidos participativamente) realizan acciones de manejo forestal: cercado, 71% de los propietarios; rondas contra incendios 8.40% de los propietarios; obras de conservación de suelos, 7.40%; acciones de vigilancia para evitar incendios son financiadas por algunas Alcaldías; ONGs implementaron algunos proyectos de apoyo y en 2017 las más grande acción de reforestación de la historia fueron realizadas por las organizaciones y Alcaldías a iniciativa del MARN. Sin embargo, las acciones de aprovechamiento del bosque son varias y con porcentajes altos (porcentajes estimados participativamente): Aprovechamiento para pastoreo, 58% de los propietarios; Aprovechamiento para venta de madera, 49%; aprovechamiento para venta y/o consumo de leña, 41%), otras formas de aprovechamiento del bosque son puntuales o específicas (aprovechamiento para el turismo, 11% de los propietarios; Aprovechamiento para la venta y/o consumo de ocote, 4.80%). A esta situación se deben agregar varias acciones realizadas en el bosque y que causan altos impactos ambientales negativos: la “limpieza” o “chapeo” del bosque y muchos incendios, son realizados con la concepción de que ayudar al bosque, para cambiar el uso de bosque a pastizal y algunas debido a cacería o criminalidad.

El manejo del bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola en el marco de Planes de Manejo Forestal (sustento legal en la Ley Forestal), en base a tres experiencias de este tipo que han sido aprobadas por el MAG, indican que han contribuido única y muy significativamente hacia el aprovechamiento sin restricciones y/o muy bajos controles y sin la realización de ninguna o pocas medidas de mitigación de los impactos ambientales de la tala de árboles. Uno de estos casos (Talchiga) llevó a la tala en muy poco tiempo de unas 200 mz de bosque, sin medidas de mitigación ambiental ante los impactos ambientales negativos, éstas fueron seguidas de acciones comunitarias y organizativas de denuncia, procesos legales y conflictos.

Sobre el monitoreo del proceso de restauración / reforestación, en las áreas afectadas y con impactos ambientales negativos debido a la pérdida de árboles relacionados a la plaga del gorgojo descortezador del pino, desde el punto de vista de la restauración ecológica, se concluye que se desarrolla excelentemente en unas áreas, muy bien en otras y con retrocesos en unas pequeñas excepciones. De los tres indicadores utilizados para el monitoreo ecológico de la restauración, en cuanto al primer indicador: Número de especies cicatrizantes de claros, se observa el más alto número de especies en las áreas cuyo uso del suelo es como bosques, no han ocurrido incendios y la restauración es natural (34 spp). Un número importante de especies cicatrizantes de claros se desarrolla también en las áreas de bosque utilizadas como pastizal, en restauración natural (21 spp); aunque en una leve menor cantidad también se desarrollan un importante número de especies cicatrizantes en las áreas de bosques utilizadas también como pastizal y que se han realizado acciones de reforestación SIN “chapeo” o “limpia del terreno” (21 spp). El caso contrario, donde se observa un número SIGNIFICATIVAMENTE muy bajo de especies cicatrizantes de claros se ha cuantificado en las parcelas de bosque afectadas por la plaga del gorgojo descortezador del pino, utilizadas como bosque, han ocurrido incendios y se ha realizado reforestación CON “chapeo” o “limpia del terreno”, ya que con esta acción se elimina la diversidad de las especies cicatrizantes o sucesión primaria, muy posiblemente retrocediendo el proceso de restauración ente 1-2 años atrás de la fecha del impacto de la pérdida de árboles relacionados a la plaga del gorgojo descortezador, y de continuar “chapeando” o “limpiando” los terrenos donde se ha reforestado con pino, bajo principios de Monocultivos (no de manejo de bosques), el proceso de restauración del ecosistema no ocurrirá, sino mayor deterioro del suelo y de los bienes y servicios ecosistémicos aportados por el bosque de coníferas.

Sobre el indicador: porcentaje estimado de cobertura del suelo por parte de las especies cicatrizantes de claros (sucesión primaria), se observó que la cobertura del suelo es mayor en las áreas en las que el uso del suelo es solamente como bosque, y en éste, superiores porcentajes donde ocurre restauración natural (cobertura promedio estimada: 86.5% en los meses de noviembre y diciembre); la cobertura del suelo por parte de las especies cicatrizantes es menor en las áreas donde el bosque es además utilizado como pastizal (porcentaje promedio estimado del 50% en los mismos meses anteriores).

En cuanto al indicador “Desarrollo de especies latentes en el banco de semillas” (árboles, plántula, arbustos en estadío joven, nacidos en el año en curso), se cuantificó el mayor número de especies en las parcelas que son únicamente utilizadas como bosque y ocurre restauración natural. Un número menor de especies se desarrolla en las áreas de bosque y/o bosque utilizado como pastizal en las que se realiza reforestación SIN “chapeo” o “limpia” del terreno. En el caso de áreas de bosque impactadas por la tala relacionada a la plaga del gorgojo descortezador del pino, han ocurrido incendios y además se realizan acciones de reforestación CON “chapeo” o “limpieza” del terreno, se encontraron 0 (cero) especies del banco de semillas, ya que un alto porcentaje de semillas o material vegetativo para continuar la reproducción y perpetuación de la especies debieron ser eliminadas por el impacto de los incendios previos a la plaga y el poco material del banco de semillas que quedó fue eliminado con “limpieza” o “chapeo” del terreno realizado durante acciones de reforestación.

La cobertura de bosques en los municipios en estudio muestra un comportamiento hacia la reducción en los últimos 36 años, calculándose las más altas tasas de deforestación anual en los municipios de Polorós, Arambala y luego en Ciudad Barrios y Corinto. Tasas intermedias de deforestación anual en los municipios de Perquín, Lislique, Torola, Delicias de Concepción y Joateca.

El bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola, posee varias especies importantes para este ecosistema. Basados en su abundancia, frecuencia y dominancia, las especies con mayor peso o valor de importancia (I.V.I) han resultado ser: Miconica albicans (Sw) Steud. (21.92), Clidemia serisea D. Don (19.93), Pinus oocarpa Schiede ex Schdltdl.(16.41), Quercus segoviensis Liebm.(16.35), Calliandra tergemina var. Marginata (Humb. & Bonpl. Ex Willd.) (14.93), Cyathea divergens var. tuerckheimii (Maxon) R.M. Tryon (9.39), Quercus peduncularis Née (8.94), Quercus sapotifolia Liebm. (8.60), Calliandra houstoniana (Mill) Standl. (8.24), Psidium guineense Sw (7.10) y muchas otras especies más.

El equilibrio de este ecosistema se basa en la existencia e importancia de muchas especies, por lo tanto, su conservación depende de que ésta no disminuya. En la tala o extracción de árboles maderables, se deben tener los más altos cuidados, precauciones y criterios a fin de no dañar esta diversidad y de la realización de medidas de mitigación para conservar este nivel de diversidad.

El ecosistema Bosque de Coníferas de la cuenca del Río Torola posee alta diversidad, que lo muestra el valor del Índice de Margalef (5.176) (Índice de Margalef superiores a 2 en ANP La Ermita, Joateca (3.43 y 3.0) y Cerro de Nube, Corinto (3.46)).

La riqueza de organismos o especies en el habitat bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola es también alto, de acuerdo al resultado obtenido del Índice de Simpson (D), cuyo valor para la cuenca ha sido de 0.090 (muy alejado de la unidad). Similar resultado se obtuvo en los sitios de muestreo, ANP La Ermita, Joateca (D=0.1208 y D= 0.131) y Cerro de Nubes, Corinto (D=0.1400).

La riqueza de organismos es sustentada también a través del Índice de Menhinick (Dmn) obtenido, resultando un valor de 0.9925 para la cuenca (La riqueza de especies es mayor a medida Dmn se acerca a cero). Los resultados obtenidos en los sitios de muestreo son: Dmn en el P1 la Erminta:1.2574, Dmn en el P2 la Erminta: 0.66006, Dmn en el P3 Cerro de Nubes, Corinto: 1.416. La diversidad de especies en relación con la dominancia de alguna (s) especie (s), es también alta en este hábitat, ya que el resultado obtenido del Índice de Berger Parker (d) a sido de d=0.1670 para la cuenca del Rio Torola. Resultado similar se ha obtenido en los sitios de muestreo: ANP La Ermita, Joateca (d=0.2411 y d=0.2061; Cerro de Nubes, Corinto d=0.2111).

Existe un alto número de especies vegetales identificadas en el bosque de coníferas de la cuenca del Río Torola (559 especies de 93 familias), que también muestra la alta diversidad biológica existente. Es necesario dar la debida importancia a la conservación de la diversidad biológica, ya que desempeña un rol importante en la conservación del bosque, además, resaltar la necesidad de mejorar la gestión en dicho bosque ya que 69 especies se encuentra en estados de conservación que requieren acciones para no llegar a perder dichas especies, estos son, por la UICN: Planta con datos insuficientes (1 especie), Planta en peligro menor (30 especies), Planta en Estado Vulnerable de Extinción (1 especie), Planta en Peligro de Extinción (3 especies), Planta en Estado Amenazado de Extinción (15 especies).

A lo anterior se debe agregar el estatus de conservación de este ecosistema en Centroamérica, asignado por el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF): “en peligro crítico”, “amenazado” (deforestación, los incendios forestales, la conversión del suelo para agricultura, plantaciones, ganadería) y en caso de esta ecoregión como una zona “críticamente amenazada”.