La Semilla

Fecha: 17-06-2018.

Ciclo Litúrgico:  XI Domingo del Tiempo Ordinario.

Temas: Alegría, Amor y  Armonía.

Evangelio según san Marcos (4, 26-34).

En aquel tiempo dijo Jesús a la multitud, el reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra, que pasan las noches y los días y sin que él sepa como ,la semilla germina y crece y la tierra por si sola va produciendo el fruto, primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha.

Resumen:

Queridos hermanos y hermanas estamos concluyendo nuestra celebración. Tuvimos una pequeña reflexión.

Tenemos que ser, así lo dijimos, sembradores de la semilla del evangelio: sembrar la alegría y la justicia; sembrar la semilla del amor y de la armonía, tanto en nuestros hogares, como en nuestras comunidades; sembrar la semilla de la verdad y de la solidaridad en medio de nuestro pueblo. Así contribuiremos a la realización del plan de Dios.

También hemos hecho referencia, a la problemática en torno al agua, a partir de un comunicado de la conferencia episcopal, comunicado firmado, por los 10 obispos. En la medida que es posible tratemos de hacer oír nuestra voz acerca de este problema, tan importante para nuestro pueblo

Homilía

Queridos hermanos y hermanas, Jesús vivió su niñez y su juventud en medio de campesinos, conocía muy bien el proceso desde la siembra hasta la cosecha y también el pueblo que le estaba escuchando entendía muy bien este proceso, pues, en su mayoría eran campesinos.

Dice la lectura que el labrador prepara la tierra y en la época apropiada siembra y después espera, porque lo que viene ya no le corresponde a el. En el seno de la tierra la semilla revienta, nace crece, hasta dar cosecha. Hasta aquí la parábola tal y como la hemos escuchado en el evangelio.

¿Qué mensaje tiene ,para nosotros ,esta pequeña parábola.?

En primer lugar: a nosotros nos toca una cosa muy importante: preparar la tierra y sembrar.. y después debemos esperar

¿Cómo vamos a esperar cosecha si no hemos sembrado? Sembrar es lo que nos corresponde a nosotros y nosotras. Sembrar la semilla del amor, de la justicia, de la solidaridad, de la armonía.. en el hogar, en la comunidad y en la sociedad salvadoreña. Es la manera de contribuir a la realización del plan de Dios que consiste en hermanar al mundo entero, bajo la mirada bondadosa de Dios. Y una vez que hemos sembrado ,debemos esperar…Lo que sigue, ya no corresponde a nosotros.

En segundo lugar: la parábola nos da a entender que no debemos preocuparnos demasiado por la cosecha. Lo que sigue, después de la siembra ,ya no lo tenemos bajo nuestro dominio. Debemos confiar en que nuestros esfuerzos no serán en vano, y que ,de alguna manera, darán frutos.

Mi hermano mayor, todavía joven, decía, mi familia será una familia ejemplar, y con esto quiso decir, será una familia muy según los principios de la iglesia católica.

Tuvo cinco hijos ,hijas. Uno se hizo de otra iglesia, otros tres no son nada, y una muchacha si se declara católica, pero no practica para nada. A veces se vuelve un tanto triste ante esta situación. La cosecha no es como el la había soñado. Una vez que lo vi bastante afectado le dije.. y que pasa con sus hijos cuando ha sucedido algo con ustedes… entonces, me dijo, no puedo quejarme, aquí están los cinco, preguntando qué podemos hacer para ayudarles. Entonces, dije yo, tiene buenos hijos e hijas, con valores.

Hubo cosecha pero no como él había esperado. No es deseable preocuparse demasiado por la cosecha…

Y en tercer lugar: después de haber sembrado, debemos esperar y en su debido momento recoger la cosecha, siempre, aunque no es del todo como la habíamos soñado, con un corazón agradecido.

El campesino siembra, espera y contempla la cosecha con un corazón agradecido. Está consciente de que ha hecho lo que le correspondía, pero la cosecha recibe de las manos de Dios con un corazón agradecido. Que no nos falte a nosotros, nunca, ese corazón agradecido. Lo que nos llega como cosecha es futo de nuestro trabajo, por supuesto, pero sobre todo don de Dios.

Los obispos han sembrado la semilla de la solidaridad ,mediante un comunicado que los diez, todos, han firmado. El comunicado se refiere a la problemática del agua y se ha titulado: ”No permitamos que los pobres mueran de sed".

En el inciso tres, dicen los obispos, para responder a tan justa demanda es indispensable que el ente rector de la administración del agua, tenga una junta Directiva predominantemente estatal, con amplia participación ciudadana. Corresponde al estado ser el legítimo garante del derecho al agua para todos. Por tanto estamos en contra de la privatización del agua.

y en el inciso número 4,además dicen: si se llegara a aprobar una ley que otorgue a una entidad privada el derecho a decidir sobre la distribución del agua en la nación, negándole esta función al estado, estaríamos ante una ley absolutamente autocrática y carente de legitimidad.

Me parece que los obispos no dejan lugar a duda. No se puede, para nada y por ninguna razón, privatizar el agua, y por eso sigue diciendo..

En el inciso 5: exhortamos a todo el pueblo hacer uso del derecho a la participación ciudadana, exigiendo a la asamblea legislativa, la aprobación de una ley general del agua que garantice este derecho humano fundamental. Una ley injusta que violente los derechos del pueblo, no puede ser admitido..

Y firman, como acabo de decir los 10 obispos de nuestro país. Me parece que, con este comunicado los obispos han venido sembrando una semilla y ojalá el pueblo sepa actuar, sepa manifestarse decididamente, para que no vaya a suceder lo que tanto se teme, que se vaya a privatizar el agua, entonces sí, los pobres morirán de sed. Evitemos esto, con nuestra palabra y con nuestra participación activa y decidida.

Hay una invitación: la mesa territorial del foro del agua de Morazán, invita a la marcha contra la privatización del agua, este jueves 21 de junio. Hora de salida a las 7:00 am Supongo que habrá transporte.Habrá que llevar botella con agua.

Una vez más se trata de manifestarse para que el agua no se vuelve una mercancía. El agua es un derecho de todos. No permitamos que los pobres tengan morir de sed!!.

Padre Rogelio Ponseele