Diferencia entre revisiones de «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo»

De CEBES Perquín
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'''Fecha:'''  09-08-2020
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'''Temas:'''  Inseguridad, Miedo, Colapso, Covid 19
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'''Temas:'''  Inseguridad, Miedo, Colapso, Covid-19.
  
'''Ciclo Litúrgico:'''  Domingo 19º del Tiempo Ordinario - Ciclo A  
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'''Ciclo Litúrgico:''' 19º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A.
  
'''Referencia:                                                           '''  
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'''<big>Evangelio Según San Mateo (14, 22-33).</big>'''
  
Mt.14,22-33 Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar Llegada la noche, estaba allí solo mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario de madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma Jesús les dijo en seguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua Él le dijo: Ven Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame en seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.
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Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar Llegada la noche, estaba allí solo mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario de madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma Jesús les dijo en seguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua Él le dijo: Ven Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame en seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.
  
'''''Resumen'''''
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== Resumen ==
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Jesús, animando a sus discípulos que enfrentan una tempestad dice: “Ánimo, soy yo, no tengan miedo.”
  
== '''''Homilía''''' ==
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Estas mismas palabras alentadoras se nos dirige, ahora, a nosotros y nosotras que enfrentamos igualmente una tempestad, aún peor.
Releyendo el evangelio. Jesús les pide a sus discípulos que se adelanten a la otra orilla él se quedará unas cuantas horas más porque quiere despedirse de la gente y sobre todo quiere estar ,a solas, para orar, es decir para ponerse en total sintonía con su Padre Mientras, los discípulos van avanzando ya se encuentran en pleno mar les toca enfrentar una tempestad Mateo describe detalladamente la situación: están solos, lejos de la tierra firme en medio de la inseguridad del mar; la barca está sacudida por las olas, desbordada por fuerzas adversas, el viento es contrario, todo se vuelve en contra; es noche cerrada, las tinieblas impiden ver el horizonte Ya de madrugada se va acercando Jesús caminando sobre las aguas creen los discípulos de que se trata de un fantasma, algo irreal que es producto de su miedo Jesús, viendo la confusión y desesperación de los discípulos les dice: “ÁNIMO SOY YO,NO TENGAN MIEDO “Pedro el más audaz, el más atrevido entre ellos, le dice a Jesús: “Si eres tú mándame hacia ti andando sobre el agua” a invitación de Jesús, Pedro comienza a caminar sobre el agua, pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y empezó a hundirse y gritó: “Señor sálvame” Jesús le tendió la mano y le reprochó su poca fe Vueltos a la barca, todo se calmó Por lo que sucedió, los discípulos se sintieron fortalecidos en su fe Vivimos una tempestad vivimos una tempestad aún peor que la de los discípulos: hay una crisis sanitaria, una crisis económica y además una crisis institucional más en concreto nunca hemos escuchado tantas veces la palabra colapso; el actual sistema de salud, no da abasto para recibir y curar a tantos contagiados por el Covid-19;algunos cementerios tampoco dan abasto para albergar en su tierra a tantos y tantas muertos; Las consecuencias a nivel económico son desastrosas: la actividad empresarial se ve muy afectada; cantidades de empleos ya se han perdido; la deuda externa alcanza niveles alarmantes; la pobreza ,en gran sector de la población, se ha venido profundizando y mientras que estamos luchando con el Covid-19 tenemos que ir preparándonos para enfrentar una recesión económica sin precedente.  
 
  
¡Y por encima de todo esto presenciamos a diario la incapacidad del ejecutivo y de los demás poderes del Estado de establecer consensos para como un solo puño enfrentar y vencer la tempestad en la que estamos envueltos y como todo esto no fue lo suficiente hemos tenido que sufrir los estragos de dos tormentas y estamos ahora temiendo la llegada de una plaga de langostas que podría acabar con lo poco que todavía nos ha quedado ánimo, soy yo, no tengan miedo! Desde esta situación que tanto nos abate escuchamos estas palabras animadoras de Jesús tal vez nos puede ayudar tres pequeñas reflexiones, en torno a esto.  
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El protagonista de la historia, después de Jesús, es Pedro que a invitación de Jesús intenta caminar sobre las aguas. Está a punto de hundirse, por falta de fe. Jesús lo salva.
  
1.Jesús no es un fantasma es una persona real vivió en medio de nosotros y se caracterizó por una enorme sensibilidad ante toda clase de sufrimiento de sus semejantes él, ahí está, para animarnos, como animó a los discípulos enfrentados a la tempestad, para tendernos una mano como la tendió a Pedro cuando estaba a punto de hundirse a él podemos acudir
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Deducimos del evangelio tres enseñanzas:
  
2.Hay que estar consciente de que la fe, en su esencia, no es solo aceptar los diversos dogmas como verdades, apoyándonos en las enseñanzas de la iglesia además esto resulta cada vez más difícil la falta de acuerdo entre los sacerdotes y a veces entre los mismos obispos ,de alguna manera, los ha desacreditado, a tal grado, que ya no tan fácilmente constituyen una voz que contribuye a la firmeza de nuestra fe Como dice José Antonio Pagola:”Ser creyente es algo más profundo y radical consiste antes que nada, en una apertura confiada a Jesucristo como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los hermanos y hermanas y esperanza última de nuestro futuro”.  
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1. Jesús no es un fantasma sino una persona real, que ahí está para animarnos.
  
3. Creer es y en esto el evangelio no deja lugar a duda, es caminar sobre el agua y no sobre tierra firme pedro camina sobre las aguas, acercándose a Jesús cuando está a punto de hundirse se vuelven inservibles sus propias razones ,sus convicciones y seguridades personales, adquiridas a lo largo de estos años junto a Jesús todo esto que le daba la sensación de caminar sobre tierra firme se derrumbe y solo le queda la confianza en él y grita, “Señor sálvame” Descubre a Jesús como la mano tendida que sostiene su fe y es capaz de salvarle más que hablar de fe ,debemos hablar de confianza en Dios, aquel que en ningún momento nos va a defraudar Digno de leerse finalizando quisiera compartir con ustedes, esas palabras de Isabel Allende ,escritora chilena recoge, de manera sencilla, las grandes lecciones de la pandemia e invita a enfrentarla sin preocupación exagerada, más bien ,de una manera tranquila y serena  “Desde que murió mi hija Paula, hace 27 años, he perdido el miedo a la muerte Primero porque la vi morir en mis brazos, y me di cuenta de que la muerte es como el nacimiento, es una transición, un umbral, y le perdí el miedo en lo personal ahora, si me agarra el virus, pertenezco a la población más vulnerable, la gente mayor, tengo 77 años, y sé si me contagio voy a morir entonces la posibilidad de la muerte se presenta muy clara para mí en este momento, la veo con curiosidad y sin ningún temor lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito no necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar me parece que tengo demasiado veo a mi alrededor y me digo para que todo esto Para que necesito más que dos platos, después ,darme cuenta quienes son los verdaderos amigos y la gente con la que quiero estar ¿Qué crees que la pandemia nos enseña a todos? nos está enseñando prioridades y nos está mostrando una realidad.
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2. La fe más que aceptar una serie de verdades, supone una apertura confiada a Jesucristo, como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los y las demás y esperanza última de nuestro futuro. (J.A.Pagola)
  
La realidad de la desigualdad de cómo algunas personas pasan la pandemia en un yate en el Caribe y otra gente está pasando hambre también nos ha enseñado que somos una sola familia lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos no hay esta idea tribal de que estamos separados del grupo, y que podemos defender al grupo mientras el resto de la gente se friega no hay murallas, no hay paredes que pueden separar a la gente los creadores, los artistas, los científicos, todos los jóvenes, muchísimas mujeres, se están planteando una nueva normalidad no quieren volver a lo que era normal Se están planteando qué mundo queremos esta es la pregunta más importante de este momento ese sueño de un mundo diferente: para allá tenemos que ir y reflexiono me di cuenta que en algún momento de que uno viene al mundo a perderlo todo Mientras más uno vive, más pierde vas perdiendo primero a tus padres, a gente a veces muy querida a tu alrededor,tus mascotas, los lugares y tus propias facultades también no se puede vivir con temor, porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble hay que relajarse un poco, tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente”.  
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3. Creer es caminar sobre agua y no sobre tierra firme. Añadimos un testimonio de Isabel Allende, digno de leerse.
  
Aferrémonos a lo que Jesús hoy nos ha dicho: Ánimo, soy yo, no tengan miedo.
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=='''''Homilía'''''==
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[[Archivo:Ánimo soy yo no temáis.jpg|derecha|sinmarco|404x404px]]
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Releyendo el evangelio. Jesús les pide a sus discípulos que se adelanten a la otra orilla él se quedará unas cuantas horas más porque quiere despedirse de la gente y sobre todo quiere estar, a solas, para orar, es decir para ponerse en total sintonía con su Padre Mientras, los discípulos van avanzando ya se encuentran en pleno mar les toca enfrentar una tempestad Mateo describe detalladamente la situación: están solos, lejos de la tierra firme en medio de la inseguridad del mar; la barca está sacudida por las olas, desbordada por fuerzas adversas, el viento es contrario, todo se vuelve en contra; es noche cerrada, las tinieblas impiden ver el horizonte.  
  
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Ya de madrugada se va acercando Jesús caminando sobre las aguas creen los discípulos de que se trata de un fantasma, algo irreal que es producto de su miedo Jesús, viendo la confusión y desesperación de los discípulos les dice: “ÁNIMO SOY YO, NO TENGAN MIEDO “Pedro el más audaz, el más atrevido entre ellos, le dice a Jesús: “Si eres tú mándame hacia ti andando sobre el agua” a invitación de Jesús, Pedro comienza a caminar sobre el agua, pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y empezó a hundirse y gritó: “Señor sálvame” Jesús le tendió la mano y le reprochó su poca fe.
  
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Vueltos a la barca, todo se calmó Por lo que sucedió, los discípulos se sintieron fortalecidos en su fe 
  
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'''Vivimos una tempestad''' 
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vivimos una tempestad aún peor que la de los discípulos: hay una crisis sanitaria, una crisis económica y además una crisis institucional más en concreto nunca hemos escuchado tantas veces la palabra colapso; el actual sistema de salud, no da abasto para recibir y curar a tantos contagiados por el Covid-19; algunos cementerios tampoco dan abasto para albergar en su tierra a tantos y tantas muertos; Las consecuencias a nivel económico son desastrosas: la actividad empresarial se ve muy afectada; cantidades de empleos ya se han perdido; la deuda externa alcanza niveles alarmantes; la pobreza ,en gran sector de la población, se ha venido profundizando y mientras que estamos luchando con el Covid-19 tenemos que ir preparándonos para enfrentar una recesión económica sin precedente.
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¡Y por encima de todo esto presenciamos a diario la incapacidad del ejecutivo y de los demás poderes del Estado de establecer consensos para como un solo puño enfrentar y vencer la tempestad en la que estamos envueltos y como todo esto no fue lo suficiente hemos tenido que sufrir los estragos de dos tormentas y estamos ahora temiendo la llegada de una plaga de langostas que podría acabar con lo poco que todavía nos ha quedado.
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'''Ánimo, soy yo, no tengan miedo!''' 
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Desde esta situación que tanto nos abate escuchamos estas palabras animadoras de Jesús tal vez nos puede ayudar tres pequeñas reflexiones, en torno a esto.
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1.  Jesús no es un fantasma es una persona real vivió en medio de nosotros y se caracterizó por una enorme sensibilidad ante toda clase de sufrimiento de sus semejantes él, ahí está, para animarnos, como animó a los discípulos enfrentados a la tempestad, para tendernos una mano como la tendió a Pedro cuando estaba a punto de hundirse a él podemos acudir
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2.  Hay que estar consciente de que la fe, en su esencia, no es solo aceptar los diversos dogmas como verdades, apoyándonos en las enseñanzas de la iglesia además esto resulta cada vez más difícil la falta de acuerdo entre los sacerdotes y a veces entre los mismos obispos ,de alguna manera, los ha desacreditado, a tal grado, que ya no tan fácilmente constituyen una voz que contribuye a la firmeza de nuestra fe Como dice José Antonio Pagola: ”Ser creyente es algo más profundo y radical consiste antes que nada, en una apertura confiada a Jesucristo como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los hermanos y hermanas y esperanza última de nuestro futuro”.
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3. Creer es y en esto el evangelio no deja lugar a duda, es caminar sobre el agua y no sobre tierra firme pedro camina sobre las aguas, acercándose a Jesús cuando está a punto de hundirse se vuelven inservibles sus propias razones ,sus convicciones y seguridades personales, adquiridas a lo largo de estos años junto a Jesús todo esto que le daba la sensación de caminar sobre tierra firme se derrumbe y solo le queda la confianza en él y grita, “Señor sálvame” Descubre a Jesús como la mano tendida que sostiene su fe y es capaz de salvarle más que hablar de fe ,debemos hablar de confianza en Dios, aquel que en ningún momento nos va a defraudar
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'''Digno de leerse'''
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Finalizando quisiera compartir con ustedes, esas palabras de Isabel Allende ,escritora chilena recoge, de manera sencilla, las grandes lecciones de la pandemia e invita a enfrentarla sin preocupación exagerada, más bien ,de una manera tranquila y serena 
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"Desde que murió mi hija Paula, hace 27 años, he perdido el miedo a la muerte Primero porque la vi morir en mis brazos, y me di cuenta de que la muerte es como el nacimiento, es una transición, un umbral, y le perdí el miedo en lo personal ahora, si me agarra el virus, pertenezco a la población más vulnerable, la gente mayor, tengo 77 años, y sé si me contagio voy a morir entonces la posibilidad de la muerte se presenta muy clara para mí en este momento, la veo con curiosidad y sin ningún temor lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito no necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar me parece que tengo demasiado veo a mi alrededor y me digo para que todo esto Para que necesito más que dos platos, después ,darme cuenta quienes son los verdaderos amigos y la gente con la que quiero estar.
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¿Qué crees que la pandemia nos enseña a todos? nos está enseñando prioridades y nos está mostrando una realidad. La realidad de la desigualdad de cómo algunas personas pasan la pandemia en un yate en el Caribe y otra gente está pasando hambre también nos ha enseñado que somos una sola familia lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos no hay esta idea tribal de que estamos separados del grupo, y que podemos defender al grupo mientras el resto de la gente se friega no hay murallas, no hay paredes que pueden separar a la gente.
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Los creadores, los artistas, los científicos, todos los jóvenes, muchísimas mujeres, se están planteando una nueva normalidad no quieren volver a lo que era normal Se están planteando qué mundo queremos esta es la pregunta más importante de este momento ese sueño de un mundo diferente: para allá tenemos que ir y reflexiono me di cuenta que en algún momento de que uno viene al mundo a perderlo todo Mientras más uno vive, más pierde vas perdiendo primero a tus padres, a gente a veces muy querida a tu alrededor, tus mascotas, los lugares y tus propias facultades también no se puede vivir con temor, porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble hay que relajarse un poco, tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente”.
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Aferrémonos a lo que Jesús hoy nos ha dicho: Ánimo, soy yo, no tengan miedo.<br />
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'''Padre Rogelio Ponseele'''
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== Referencia ==
 
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<youtube>https://www.youtube.com/watch?v=vjhYR-ArxQU</youtube>

Revisión actual del 15:55 29 mar 2022

Fecha:  09-08-2020.

Temas:  Inseguridad, Miedo, Colapso, Covid-19.

Ciclo Litúrgico: 19º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo A.

Evangelio Según San Mateo (14, 22-33).

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar Llegada la noche, estaba allí solo mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario de madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma Jesús les dijo en seguida: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua Él le dijo: Ven Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame en seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres Hijo de Dios.

Resumen

Jesús, animando a sus discípulos que enfrentan una tempestad dice: “Ánimo, soy yo, no tengan miedo.”

Estas mismas palabras alentadoras se nos dirige, ahora, a nosotros y nosotras que enfrentamos igualmente una tempestad, aún peor.

El protagonista de la historia, después de Jesús, es Pedro que a invitación de Jesús intenta caminar sobre las aguas. Está a punto de hundirse, por falta de fe. Jesús lo salva.

Deducimos del evangelio tres enseñanzas:

1. Jesús no es un fantasma sino una persona real, que ahí está para animarnos.

2. La fe más que aceptar una serie de verdades, supone una apertura confiada a Jesucristo, como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los y las demás y esperanza última de nuestro futuro. (J.A.Pagola)

3. Creer es caminar sobre agua y no sobre tierra firme. Añadimos un testimonio de Isabel Allende, digno de leerse.

Homilía

Ánimo soy yo no temáis.jpg

Releyendo el evangelio. Jesús les pide a sus discípulos que se adelanten a la otra orilla él se quedará unas cuantas horas más porque quiere despedirse de la gente y sobre todo quiere estar, a solas, para orar, es decir para ponerse en total sintonía con su Padre Mientras, los discípulos van avanzando ya se encuentran en pleno mar les toca enfrentar una tempestad Mateo describe detalladamente la situación: están solos, lejos de la tierra firme en medio de la inseguridad del mar; la barca está sacudida por las olas, desbordada por fuerzas adversas, el viento es contrario, todo se vuelve en contra; es noche cerrada, las tinieblas impiden ver el horizonte.

Ya de madrugada se va acercando Jesús caminando sobre las aguas creen los discípulos de que se trata de un fantasma, algo irreal que es producto de su miedo Jesús, viendo la confusión y desesperación de los discípulos les dice: “ÁNIMO SOY YO, NO TENGAN MIEDO “Pedro el más audaz, el más atrevido entre ellos, le dice a Jesús: “Si eres tú mándame hacia ti andando sobre el agua” a invitación de Jesús, Pedro comienza a caminar sobre el agua, pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo y empezó a hundirse y gritó: “Señor sálvame” Jesús le tendió la mano y le reprochó su poca fe.

Vueltos a la barca, todo se calmó Por lo que sucedió, los discípulos se sintieron fortalecidos en su fe

Vivimos una tempestad

vivimos una tempestad aún peor que la de los discípulos: hay una crisis sanitaria, una crisis económica y además una crisis institucional más en concreto nunca hemos escuchado tantas veces la palabra colapso; el actual sistema de salud, no da abasto para recibir y curar a tantos contagiados por el Covid-19; algunos cementerios tampoco dan abasto para albergar en su tierra a tantos y tantas muertos; Las consecuencias a nivel económico son desastrosas: la actividad empresarial se ve muy afectada; cantidades de empleos ya se han perdido; la deuda externa alcanza niveles alarmantes; la pobreza ,en gran sector de la población, se ha venido profundizando y mientras que estamos luchando con el Covid-19 tenemos que ir preparándonos para enfrentar una recesión económica sin precedente.

¡Y por encima de todo esto presenciamos a diario la incapacidad del ejecutivo y de los demás poderes del Estado de establecer consensos para como un solo puño enfrentar y vencer la tempestad en la que estamos envueltos y como todo esto no fue lo suficiente hemos tenido que sufrir los estragos de dos tormentas y estamos ahora temiendo la llegada de una plaga de langostas que podría acabar con lo poco que todavía nos ha quedado.

Ánimo, soy yo, no tengan miedo!

Desde esta situación que tanto nos abate escuchamos estas palabras animadoras de Jesús tal vez nos puede ayudar tres pequeñas reflexiones, en torno a esto.

1. Jesús no es un fantasma es una persona real vivió en medio de nosotros y se caracterizó por una enorme sensibilidad ante toda clase de sufrimiento de sus semejantes él, ahí está, para animarnos, como animó a los discípulos enfrentados a la tempestad, para tendernos una mano como la tendió a Pedro cuando estaba a punto de hundirse a él podemos acudir

2. Hay que estar consciente de que la fe, en su esencia, no es solo aceptar los diversos dogmas como verdades, apoyándonos en las enseñanzas de la iglesia además esto resulta cada vez más difícil la falta de acuerdo entre los sacerdotes y a veces entre los mismos obispos ,de alguna manera, los ha desacreditado, a tal grado, que ya no tan fácilmente constituyen una voz que contribuye a la firmeza de nuestra fe Como dice José Antonio Pagola: ”Ser creyente es algo más profundo y radical consiste antes que nada, en una apertura confiada a Jesucristo como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los hermanos y hermanas y esperanza última de nuestro futuro”.

3. Creer es y en esto el evangelio no deja lugar a duda, es caminar sobre el agua y no sobre tierra firme pedro camina sobre las aguas, acercándose a Jesús cuando está a punto de hundirse se vuelven inservibles sus propias razones ,sus convicciones y seguridades personales, adquiridas a lo largo de estos años junto a Jesús todo esto que le daba la sensación de caminar sobre tierra firme se derrumbe y solo le queda la confianza en él y grita, “Señor sálvame” Descubre a Jesús como la mano tendida que sostiene su fe y es capaz de salvarle más que hablar de fe ,debemos hablar de confianza en Dios, aquel que en ningún momento nos va a defraudar

Digno de leerse

Finalizando quisiera compartir con ustedes, esas palabras de Isabel Allende ,escritora chilena recoge, de manera sencilla, las grandes lecciones de la pandemia e invita a enfrentarla sin preocupación exagerada, más bien ,de una manera tranquila y serena 

"Desde que murió mi hija Paula, hace 27 años, he perdido el miedo a la muerte Primero porque la vi morir en mis brazos, y me di cuenta de que la muerte es como el nacimiento, es una transición, un umbral, y le perdí el miedo en lo personal ahora, si me agarra el virus, pertenezco a la población más vulnerable, la gente mayor, tengo 77 años, y sé si me contagio voy a morir entonces la posibilidad de la muerte se presenta muy clara para mí en este momento, la veo con curiosidad y sin ningún temor lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito no necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar me parece que tengo demasiado veo a mi alrededor y me digo para que todo esto Para que necesito más que dos platos, después ,darme cuenta quienes son los verdaderos amigos y la gente con la que quiero estar.

¿Qué crees que la pandemia nos enseña a todos? nos está enseñando prioridades y nos está mostrando una realidad. La realidad de la desigualdad de cómo algunas personas pasan la pandemia en un yate en el Caribe y otra gente está pasando hambre también nos ha enseñado que somos una sola familia lo que le pasa a un ser humano en Wuhan, le pasa al planeta, nos pasa a todos no hay esta idea tribal de que estamos separados del grupo, y que podemos defender al grupo mientras el resto de la gente se friega no hay murallas, no hay paredes que pueden separar a la gente.

Los creadores, los artistas, los científicos, todos los jóvenes, muchísimas mujeres, se están planteando una nueva normalidad no quieren volver a lo que era normal Se están planteando qué mundo queremos esta es la pregunta más importante de este momento ese sueño de un mundo diferente: para allá tenemos que ir y reflexiono me di cuenta que en algún momento de que uno viene al mundo a perderlo todo Mientras más uno vive, más pierde vas perdiendo primero a tus padres, a gente a veces muy querida a tu alrededor, tus mascotas, los lugares y tus propias facultades también no se puede vivir con temor, porque te hace imaginar lo que todavía no ha pasado y sufres el doble hay que relajarse un poco, tratar de gozar lo que tenemos y vivir en el presente”.

Aferrémonos a lo que Jesús hoy nos ha dicho: Ánimo, soy yo, no tengan miedo.

Padre Rogelio Ponseele

Referencia