Diferencia entre revisiones de «Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes: Reciban el Espíritu Santo»

De CEBES Perquín
(Creación de pagina)
(Sin diferencias)

Revisión del 15:16 24 may 2023

Fecha: 28 de mayo de 2023

Ciclo liturgico: Ciclo A – Fiesta de pentecostés

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan  20, 19-23

Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos. Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: ¡La paz esté con ustedes!

Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.

Jesús les dijo de nuevo:

¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío a ustedes.

Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió:

Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan.

Homilía

    Pentecostés va a lo largo de los años, adquiriendo un sentido diferente.

    Antiguamente era el día en que se celebraba la recolección de las primicias. Se le ofrecían a Dios los primeros frutos de la cosecha ya comenzada en todo el país. Era una celebración de gran alegría y de acción de gracia.

Años después, a su carácter originariamente agrícola le han unido la celebración de la Alianza del Sinaí. Dios hace un pacto con su pueblo: el pueblo tendrá que cumplir la ley, y Dios responderá cuidando a su pueblo.

Para la tradición cristiana, aquel día de Pentecostés marcó el comienzo de la iglesia como comunidad de hermanos y hermanas que se comprometen a continuar el camino de Jesús.

En palabras sencillas, hoy celebramos el cumpleaños de nuestra iglesia o el día en que la iglesia comienza a dar sus primeros pasos.

     De acuerdo a lo que nos cuenta la lectura de los hechos de los apóstoles, de repente se presenta un nuevo escenario.

     Lo sucedido podemos sintetizar de la siguiente manera.

     -Los discípulos y discípulas vencen el miedo y se llenan de coraje.

     -Abren las puertas que estaban cerradas.

     -Corren a la plaza donde grandes multitudes de diferentes partes del

      mundo se habían congregado. A esa gente le dirigen la palabra

      anunciándole con mucho valor la Buena Nueva: a Jesús que

     mataron injustamente, Dios lo ha resucitado. Curiosamente,

      aunque no todos los congregados hablaban el mismo idioma, los y las

      discípulas se dieron a entender.

     -Mucha gente recoge con beneplácito la buena nueva que les fue transmitida. La iglesia se va formando y dando sus primeros pasos.

    Espontáneamente surge la pregunta. ¿Qué es lo que produce ese nuevo escenario? A esa pregunta responden las lecturas de hoy: El Espíritu Santo descendió sobre los discípulos y las discípulas, esto es precisamente lo que produjo este nuevo escenario.

    Hablar del Espíritu Santo es hablar de coraje, de luz, de vida, de la historia de acuerdo a los designios de Dios etc.

    San Lucas, el autor del libro de los hechos de los apóstoles, para referir al Espíritu Santo y destacar algunos aspectos importantes, hace uso de algunos símbolos. Es un método, a menudo practicado en la sagrada escritura.

Esta vez hace uso de tres símbolos. Cada uno significa una determinada manifestación del Espíritu Santo.

    1.El Espíritu Santo se manifiesta como un viento fuerte.

    ´´De repente vino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban´´

    Los hebreos relacionan el viento con la vida. El viento es como el aliento de vida. Esto es evidente en el relato de la creación del ser humano. (´´ El Señor Dios modeló al hombre del barro de la tierra; luego sopló en su nariz aliento de vida y así el hombre se convirtió en un ser viviente´´ Gen.2,7)

    Cuando Lucas en su relato de Pentecostés hace presente al Espíritu Santo como un viento fuerte, nos está diciendo que el Espíritu Santo produce vida. Donde él actúa toda muerte se convierte en vida.

    Los y las discípulos estaban espiritualmente muertos, hundidos en un miedo espantoso. El Espíritu Santo los levanta y los convierte en hombres y mujeres decididos a todo. Recobran la vida.

    Ahí donde la vida en todas sus dimensiones nace, crece y se consolida, ahí está obrando el Espíritu Santo, a través de los hombres y de las mujeres movidos por él.

    Seamos hombres y mujeres movidos por el Espíritu Santo, hacedores y defensores de la vida.

2.El Espíritu Santo se manifiesta como un fuego.

"Aparecieron lenguas de fuego que se distribuyeron y se postraron sobre ellos y todos se llenaron del Espíritu Santo."

  En la sagrada escritura se relaciona el fuego, muy en particular, con aquel cuidado, aquella protección de Dios a su pueblo.

"Yavé iba en el desierto, delante de ellos, señalándoles el camino. De día iba en una columna de nube y en la noche en una columna de fuego, iluminándolos para que anduvieran de noche como de día. La columna de nube no se apartaba de ellos durante el día, ni la columna de fuego de noche"(Ex.13, 21-22)

  Cuando Lc. se refiere al Espíritu Santo como un fuego, hace ver que el Espíritu Santo representa la cercanía, la ternura, el cuidado que Dios tiene para con cada uno, cada una de sus hijos e hijas.

  El nuevo escenario que representa a unos y unas discípulos valientes, llenos de coraje se debe a que al recibir el Espíritu Santo se convencen de nuevo que no están solos, que cuentan con la cercanía, la ternura y el cuidado de Dios.

  Al abrirnos nosotros también al Espíritu Santo podemos tomar conciencia de esa cercanía, ternura y cuidado de Dios y a la vez del compromiso que tenemos, a ejemplo de Dios, de ser cercanos unos a otros, de cuidarnos unos a otros, sea cual sea la situación que se nos presente.

  3.El Espíritu Santo se manifiesta en un lenguaje compartido que une a los corazones.

  "Empezaron a hablar en otros idiomas según el Espíritu los inducía a expresarse."

   Lo que sucede en Pentecostés, fruto del Espíritu Santo, es lo contrario a lo que sucedió durante la construcción de la torre de Babel.

Movido por el orgullo se propusieron construir una torre que llegara hasta el cielo, La soberbia les mueve a pensar en desplazar a Dios. De ahí, según la sagrada escritura, que Dios busca a confundirlos a fin de que deben desistir de su propósito.

  Al destacar Lucas de que esta multitud congregada que hablaba diferentes idiomas, no obstante entendió el mensaje de los y las discípulos, nos hace ver que donde obra el Espíritu Santo se llega a entendimientos, acuerdos, consensos, es decir, garantiza el éxito de la comunicación.

  Habrá que invocar al Espíritu Santo cada vez que debemos conversar y lograr acuerdos sobre temas de importancia.

Al no hacerlo corremos el peligro de dejarnos llevar por intereses personales y mezquinos y entonces el diálogo emprendido, seguro que va al fracaso.

  En este día en que celebramos el cumpleaños de nuestra iglesia, pidámosle a Dios que sea su Espíritu y ninguna otra cosa que le mueve a nuestra iglesia a lo largo de la historia que va avanzando día tras día.

 Gritemos con fuerza, ven Espíritu Santo, ven a tu iglesia, ven a liberarnos del miedo, de la mediocridad y de la falta de fe en su fuerza creadora.

Padre Rogelio Ponseele.

Referencias