Diferencia entre revisiones de «Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado»

De CEBES Perquín
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(Sin diferencias)

Revisión actual del 23:17 25 oct 2022

Fecha: Domingo 25 de septiembre de 2022

Ciclo Litúrgico: Ciclo C – 26° Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio según San Lucas: 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.

Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.

Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.

Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.

Pero Abrahán le dijo: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.

Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.

Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.

Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.

Abrahán le dijo: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».


Homilía

Este domingo la liturgia nos presenta la parábola magistral sobre el rico y el pobre Lázaro. El rico se viste de púrpura y de lino y pasa la vida banqueteando espléndidamente. Lázaro queda echado en el portal de la gran mansión. Su cuerpo lo tiene cubierto de llagas. Los perros callejeros se le acercan para lamérselas. Al rico, aunque lo tiene cerca, no le ocurre acercarle a él para brindarle alguna atención. Tampoco le da de los sobrantes que tiran de la mesa. Lázaro es un ejemplo de pobreza total: enfermo, hambriento, excluido, ignorado por quien podría ayudarle. No posee nada, excepto un nombre, Lázaro, que significa, Dios me ayuda. En realidad Dios es su única esperanza.

Dándole un nombre el evangelio le resalta su calidad de persona con todos los derechos que como tal le competen. Ambos mueren. A Lázaro los ángeles lo llevan, dice el evangelio, al seno de Abraham. Al rico lo enterraron. Aquella distancia creada en vida entre uno y otro por el rico, en el más allá, se va profundizando aún más. Cuando el rico, desde las tormentas del infierno, busca alivio donde Abraham en cuyo seno descansa Lázaro, de nada le sirve. Aquella distancia ya existente en vida, se ha hecho un abismo inmenso. Ni Abraham y Lázaro pueden acercarse al rico, ni él a ellos.

Con estas imágenes populares de su tiempo. Jesús recuerda que Dios tiene la última palabra sobre la suerte de los ricos y los pobres. Termina Abraham diciendo que el caso de los cinco hermanos que van por el mismo rumbo es insalvable a no ser que comienzan a escuchar y poner en práctica las recomendaciones de Moisés y de los profetas.

Esta vez, al rico no se le juzga por explotador. Más bien se le juzga por su total insensibilidad ante la terrible suerte de Lázaro. Para el rico, Lázaro era un ser insignificante, mejor no hubiera existido. En nuestra sociedad hay sectores igualmente despreciados, afectados por aquella despreocupación e insensibilidad de muchos. Pienso en los pobres, los adultos mayores y los encarcelados.

Los pobres. Acabamos de celebrar la independencia – patria, como se suele decir. El pueblo participó pero no siempre por lo que sucedió en 1821.Más bien celebró sus pequeños logros, alcanzados a base de sus propios esfuerzos. Incluso un grupo numéricamente grande, manifestándose en las calles de San Salvador, aprovechó esta fecha para demostrar su inconformidad ante la situación actual. En realidad en aquella gesta por la independencia los pobres quedaron marginados. Si los poderosos pudieron mejorar su situación liberándose de la corona española, la situación de los pobres, ciertamente, cambió poco o nada. Hasta hoy en día los pobres siguen siendo un sector marginado.

Dos resultados de una encuesta realizada por la Digestyc ( La Dirección general de Estadísticas y Censos ) lo comprueban.

1. De 2019 hasta 2021 la población en general se ha reducido con 380.000 a causa de la emigración debido al desempleo, inflación, inseguridad y represión.

2. Entre 2019 y 2021, 201.000 más han caído en la extrema pobreza. Un grupo numeroso de personas que ahora también tiene problemas para alimentarse lo suficiente.

Adentrando en el pensamiento de Jesús, dice José Antonio Pagola:” En esta parábola el rico es condenado sencillamente porque disfruta despreocupadamente de su riqueza sin acercarse al pobre Lázaro.

Esta es la convicción propia de Jesús, Cuando la riqueza es disfrute excluyente de la abundancia, no hace crecer a la persona sino que la deshumaniza, pues la va haciendo indiferente e insolidaria ante la desgracia ajena.

Seamos solidarios, sepamos compartir generosamente lo mucho o lo poco que podamos tener.

Los adultos mayores.

Una persona arrolló, a una persona mayor. A la hora de ser indagado sobre este lamentable hecho, tuvo la infeliz idea de defenderse diciendo, porque tanta plática e investigación en torno a este caso, la persona arrollada ya era una persona improductiva. ¡Qué estupidez! ¡Qué desprecio descarado hacia esta persona por el simple hecho de ser ya una persona mayor.

El año pasado, con motivo de la independencia, el presidente prometió en próximos días presentar una propuesta de ley referente a las personas mayores. Hasta hoy no ha cumplido con su promesa. ¿Por qué tanta espera? Por qué los veteranos deben ir una y otra vez a la calle exigiendo una pensión justa? Estemos vigilantes y solidarios con nuestros adultos mayores!

Los encarcelados. No interesan apenas a nadie. No entran en la lista de ningún grupo político o colectivo social importante, son los últimos de nuestra sociedad, los más rechazados y marginados

Alguna vez, hemos sido confrontados, a través de la televisión, con imágenes sobre como movilizan dentro de las cárceles a los presos y les hacen sentir su total sumisión a un sistema que, por lo que se ve, solo busca castigar y lo más severo posible, a los presos por el delito cometido. En el desfile oficial, y como parte de desfile, unos policías daban una muestra de su habilidad para tirar al delincuente a la calle, maltratarlo y amarrarlo, ya listo pare ser llevado a la cárcel. El pueblo que presenciaba este cuadro, aplaudió... ¿Por qué tanta dureza? ¿Por qué tanto odio, tanta sed de venganza, tanto desprecio hacia estas personas? Si conociéramos el historial de abandono, de falta de oportunidades para abrirse paso en una sociedad tan compleja como la nuestra, de cada uno, una de ellos, pudiéramos darnos cuenta de que ellos, ellas también son víctimas de una sociedad muy deficiente y en esto, unos más y otros menos somos responsables’.

La insensibilidad ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas, sean quienes sean, resulta el rasgo más inhumano de nuestra sociedad. Y no olvidemos lo que decía M. Romero, “antes de ser cristianos debemos ser profundamente humanos”.

Padre Rogelio Ponseele