Diferencia entre revisiones de «Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor»

De CEBES Perquín
(Creación de página)
 
(Sin diferencias)

Revisión actual del 20:33 29 mar 2022

Fecha: Domingo 15 de noviembre de 2020.

Ciclo Litúrgico: Ciclo A - 33° Domingo del Tiempo Ordinario

Evangelio Según San Mateo (25. 14-30)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.

El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.

En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.

Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:

“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.

Su señor le dijo:

“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.

Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:

“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.

Su señor le dijo:

“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.

Se acercó también el que había recibido un talento y dijo

“Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.

El señor le respondió:

“Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».

Resumen

La parábola de hoy no se interpreta sino desde la comunidad. Es ahí donde uno debe hacer uso de sus talentos(dones) para el bien de la comunidad.

Los talentos que uno recibe son bastantes o pocos y son diversos. Cualquiera que hace buen uso de sus talentos merece aplauso.

Los que trabajaron con sus talentos recibieron, al final, de parte del patrón felicitaciones.

El que, teniendo miedo guardó el talento recibido, fue rechazado y repudiado por el patrón. No al conservadurismo, si a la creatividad.

Interpretando la parábola: ante Dios no cabe miedo sino confianza.

Ojalá sepamos proceder de tal manera que, al final, seamos recibidos y felicitados.  

Homilía

Parábola de los talentos.

La parábola y la comunidad.

Se nos advierte, no interpretar la parábola desde el mundo capitalista, en el que se privilegia al hombre de negocios que prospera y sabe acumular dinero. De esta manera estaríamos desvirtuando el auténtico mensaje del evangelio. Podría parecer entonces, como si Dios prefiriera a los más listos, a los negociantes más audaces, en perjuicio de quienes no tienen o no se les ha dado estas habilidades.

El evangelio no debe leerse, ni interpretarse desde el mundo de los negocios; esto no es el contexto natural del evangelio. El contexto que nos permite leer e interpretar el evangelio es la comunidad. Ahí donde, con los talentos o dones que se nos han dado, debemos contribuir a la buena convivencia entre todos y todas y a que cada persona alcance una vida digna o con otras palabras donde debemos contribuir a que el reino se vaya haciendo presente.

A cada uno, al menos un don.

Al partir a tierras lejanas, el patrón confía sus pertenencias (talentos) a cada uno de sus servidores. Al primero le da  cinco, al segundo dos y al tercero uno.

Así es Dios, a todos y todas les da al menos un don con que debemos trabajar, lo cual quiere decir: que debemos poner el don o los dones que nos han sido dados, al servicio de la comunidad. A cada uno o una se debe valorar por igual. Hay algunos que tienen el don de la palabra. En las reuniones hablan bastante y a cada rato recogen aplausos. Otros no tienen ese don de la palabra y en las reuniones casi no hablan, pero valen oro. Pues, a la hora del compromiso, del trabajo, son los primeros que llegan. Se debe aplaudirles también.

Los que si trabajaron.

Esta parábola y tantas otras fueron contadas por Jesús para sacudir las conciencias de los dirigentes y sacerdotes a quienes Dios iba a pedir rigorosa cuenta de lo que habían hecho o habían dejado de hacer por el pueblo.

Las comunidades cristianas hicieron después, de estas historias, llamados catequéticos a la responsabilidad de los cristianos, para que estuvieran alerta y negociaran bien con su tiempo, su vida y sus posibilidades para cuando llegara el juicio de Dios.

Así también, como las primitivas comunidades cristianas, hacemos nosotros uso de estas parábolas, como un llamado a la responsabilidad frente a la comunidad.

Ahora, el que recibió cinco talentos y el que recibió dos, trabajaron. Pusieron sus talentos(dones) al servicio de la comunidad. Representan a tanta buena gente en nuestras comunidades que además de atender las responsabilidades familiares están siempre dispuestos a colaborar para la buena convivencia y la dignificación de los demás miembros de su comunidad.

Al regresar el patrón y al contarle, lo que habían hecho con los talentos recibidos, este se pone alegre y agradecido y le dice a cada uno: “Muy bien servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón”.

El que guardó el talento recibido.

Se presenta un cuadro dramático. Motivado por el miedo que tuvo ante el patrón, que veía como un hombre demasiado exigente(que cosecha donde no ha  sembrado y recoge donde no ha invertido), cavó un hoyo y escondió lo recibido en la tierra.

El patrón lo rechaza y le repudia su modo de proceder.

“El mensaje de Jesús es claro: no al conservadurismo, si a la creatividad. No a una vida estéril, si a la respuesta activa a Dios. No a la obsesión por la seguridad, si al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo. No a la fe enterrada bajo el conformismo, si al seguimiento comprometido a Jesús”. (Según J. A. Pagola)

El problema de fondo en el tercer servidor es el miedo que tiene a su patrón, es decir, interpretando la parábola, el problema de fondo es el miedo que podríamos tener a Dios, lo cual es contraproducente y nos hace vivir la religión como una manera de protegernos de Dios. Esa persona no ama a Dios, no confía en él, no disfruta de su misericordia. Solo le teme, y por eso busca en la religión remedio para sus miedos y fantasmas.

Ante Dios no cabe el miedo. No es un tirano sino un Padre que nos ha confiado el gran regalo de la vida y solo nos pide que hagamos buen uso de ella, para nuestra propia felicidad y la de todos nuestros hermanos y hermanas.

¿Y nosotros y nosotras?

¿Cómo nos estamos responsabilizando de nuestra vida?

¿Qué estamos haciendo con los dones que Dios nos ha dado?

¿Cuánto miedo y cuanta confianza a Dios hay, en nuestros corazones?

¿Qué cosas prevalecen en nuestra vida cristiana? ¿Prudencia o audacia? ¿Conformidad o búsqueda creativa? ¿Fidelidad al pasado o escucha al Espíritu que todo lo hace nuevo?

Ojalá al final podamos escuchar estas palabras: “Servidor bueno y honrado, ven a compartir la alegría de tu patrón”.

Padre Rogelio Ponseele