Diferencia entre revisiones de «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo»
(Se añadió el resumen) |
|||
Línea 1: | Línea 1: | ||
'''Fecha:''' 21-06-2020. | '''Fecha:''' 21-06-2020. | ||
− | '''Ciclo Litúrgico:''' | + | '''Ciclo Litúrgico:''' 25° Domingo del tiempo Ordinario – Ciclo A. |
'''Tema:''' Confianza en Dios. | '''Tema:''' Confianza en Dios. |
Revisión del 15:01 29 mar 2022
Fecha: 21-06-2020.
Ciclo Litúrgico: 25° Domingo del tiempo Ordinario – Ciclo A.
Tema: Confianza en Dios.
Evangelio según San Mateo (10, 26-33).
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»
Resumen
Los miedos son diversos y de toda la vida. Se los debe enfrentar y vencer para seguir haciendo la vida como Dios manda. Nunca hay razones suficientes para ceder ante el miedo y caer en la desesperanza. En vida y en muerte estamos en manos de Dios y si estamos en manos de Dios estamos en buenas manos.
Anunciar y hacer presente el Reino de Dios produce persecución. En una situación así, tampoco podemos desfallecer. La palabra debe ser anunciada.
Homilía
Jesús lo repite una y otra vez: confíen; no se turben su corazón; no sean cobardes de nuevo lo escuchamos en el evangelio de hoy a la multitud que le sigue le dice: no tengan miedo.
El miedo es un sentimiento muy inherente al ser humano toda la vida lo tiene que enfrentar y vencer al dar cabida a este sentimiento le queda sin el impulso para hacer lo que le corresponde hacer, a fin de contribuir a los designios de Dios.
Los miedos son diversos y se presentan en cada persona de manera particular.
-Surge ante la vejez, la enfermedad y la muerte.
Con la vejez, el cuerpo se va debilitando; la enfermedad hace que uno llega a quedarse postrado en la cama y con la muerte el ser humano pierde todo dominio sobre sí mismo.
¿Quién no tendrá miedo de tener que recorrer, tarde o temprano, ese camino?
El ser humano, a veces, intenta engañarse a sí mismo, presentando a la vida humana como un continuo progreso sin fin sin embargo, tarde o temprano se encuentra frente a ese camino doloroso.
-Surge, el miedo ante el desamor y el fracaso
Que nadie me ama, me aprecia, me valora, me hunde en una terrible soledad y me llena de miedo ante una vida carente de amor.
La posibilidad de que mi proyecto personal, familiar pueda fracasar por culpa mía o por culpa de los que me rodean o por las mismas circunstancias me angustia.
-Surge ante la impotencia el miedo que sentimos, frente a la capacidad destructiva de un virus y los estragos de unas tormentas ¿Cómo seguiremos viviendo en medio de tantas desgracias?
-Surge ante lo que pueda pasar a futuro, cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo, de construir consensos, a fin de seguir caminando juntos, en buena dirección.
-Surge ante los que se oponen y contradicen las verdades del reino; mienten y matan a quienes se les presentan como un estorbo para la ejecución de sus planes oscuros.
La psiquiatría es la ciencia que ayuda a las personas a vencer los miedos.
Hay frases sobre este fenómeno de toda clase de personas que transmiten una experiencia personal que pueda ayudar a otro Como por ejemplo:
“Todo lo que siempre has querido, está al otro lado del miedo”.
“Uno nunca debe dar la espalda a un peligro amenazante y tratar de escapar de él si hace esto duplicará el miedo pero si lo enfrenta de inmediato y sin titubear reducirás el miedo a la mitad. Nunca huyes de nada nunca. (Winston Churchill)
Y un joven, en forma de carta dice: “Querido miedo tengo que decirle que lo nuestro se acabó ya he tenido suficiente ya me has frenado en demasiadas ocasiones y ni estoy dispuesto a aguantar ni un minuto más. además he conocido a otros mucho más interesantes que tu Se llaman confianza, ilusión y esperanza Así que me despido porque me voy con ellos.
El evangelio de hoy va más allá de esto y nos invita a tener, en medio de todas las adversidades que nos puedan presentar a lo largo de nuestra vida, una profunda confianza en la bondad de Dios.
Dios es un Dios cercano y su amor nos sostiene incluso, aún más allá de la muerte.
Dice Jesús: “Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ninguno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre en cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto no tengan miedo.”(Mt10, 29-31)
En vida y muerte estamos en manos de Dios y si estamos en manos de Dios estamos en buenas manos nunca hay razones suficientes para ceder ante el miedo o para caer en la desesperanza. Hemos podido observar en la televisión como nuestro pueblo en medio de tantos estragos por el Covid-19 y las tormentas, mantiene la cabeza levantada y la esperanza para salir adelante ,pese a todo cuenta nuestro pueblo sin duda con la complacencia de Dios así lo dice Charle Péguy (filósofo francés):
“Entre la fe, el amor y la esperanza, lo que más me gusta, dice Dios, es la esperanza.
Que se sepa creer no me extraña.
Que se sepa amar tampoco me extraña pues el amor es un asunto muy
Natural.
Que se mantenga la esperanza dice Dios pese a tanta desgracia esto si me impacta
Enormemente”.
El evangelio dedica específicamente unos versículos a la persecución que sufren los testigos de Jesús y como la tienen que enfrentar.
Los versículos del 17 al 22 del mismo capítulo presentan una situación dramática: a los testigos los arrastrarán ante sus consejos, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernantes, un hermano denunciará a su hermano para que lo maten el padre a su hijo los hijos se sublevarán contra sus padres serán odiados por la causa de Jesús.
Podemos decir que al menos en nuestro país hemos avanzado un tanto, en el respeto mutuo que debe existir entre una y otra opción religiosa pero no olvidemos que hace pocos años todavía era un delito andar con la biblia.
El evangelio dice al respecto tres cosas:
1. Los perseguidores serán tarde o temprano, desenmascarados: “Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse.”(v.26)
2.Lo testigos deben cumplir la misión encomendada, sin ceder ante el miedo: “No teman a los que solo pueden matar el cuerpo.”(v.28)
3. Los testigos no deben retroceder nunca deben proclamar con claridad y valentía la buena nueva: “Lo que yo les digo en la oscuridad repítalo ustedes a la luz y lo que les digo en lo privado proclámenlo desde las azoteas.”(v.27)
4. Los testigos que se mantendrán fieles a la misión encomendada Jesús intercederá por ellos ante su Padre: “Al que se ponga de mi parte ante los hombres yo me pondré de su parte ante mi Padre de los cielos.”.(v.32)
A modo de conclusión: La palabra debe ser anunciada.
“Por eso, vuelvo a decirles, hermanos, lo que una vez les dije, precisamente ante el temor de quedar un día sin radio el mejor micrófono de Cristo es la iglesia Y la iglesia son ustedes cada uno Desde su propio puesto desde su propia vocación: la religiosa ,el casado, el obispo, el sacerdote, el estudiante, el universitario, el obrero, la señora del mercado cada uno en su puesto viva intensamente la fe y siéntase en su ambiente micrófono de Dios, nuestro Seño
El día en que las fuerzas del mal nos dejaran sin esa maravilla de que ellos disponen en abundancia y a la iglesia se le regateara hasta lo último sepamos que nada malo nos han hecho al contrario seremos entonces más vivientes micrófonos del Señor y pronunciaremos por todas partes, su palabra”.
Padre Rogelio Ponseele
Referencia