Sara Emerli Rodríguez
Mi nombre es Sara Emerli Rodríguez Argueta. Nací el 20 de enero de 1967 en el cantón Cañaverales, jurisdicción de San Fernando. Mis padres son Medardo Argueta y Sara Rodríguez. Tuve ocho hermanos y hermanas: tres varones de los cuales solo vive uno, y cuatro hermanas. Mis primeros años de la escuela los estudié en la escuela de Agua Zarca, Torola.
Recuerdo que siempre me gustaba mucho jugar softbol así como participar en los volados que realizaba la escuela. Así como en mi casa también ayudaba a lavar trastos, traer leña y dejar almuerzo a mi papá y mis hermanos a la milpa. Luego terminé el tercer grado y me mandaron a estudiar el cuarto grado a la escuela de mi pueblo, que quedaba de mi casa como a una hora a pie. Ahí estudié quinto y sexto. Recuerdo que a la escuela iba con mi hermana mayor (Victoria).
A la edad de doce años terminé el sexto y ya no pude seguir estudiando porque en 1980 ya mis hermanos mayores se organizaron y entonces toda mi familia empezó a ser perseguida. En octubre tuvimos que dejar nuestra casa y nos fuimos a huir al monte. Luego yo me incorporo con mis hermanos. En ese mismo año, el 15 de diciembre, mi mamá fue capturada junto con mi cuñada y cinco sobrinos y sobrinas y mi hermana menor.
Luego, con los demás compas, nos fuimos para un lugar que se llama Los Trajos y ahí estaban mis hermanos y hermanas y mi papá. También recuerdo que en 1980 fue la primera Navidad que pasé separada de mi mamá en unas cuevas en El Paraíso de Nahuaterique. Ya en 1981 fui parte de los grupos de cocina de los campamentos de los compas. Estando ahí mi mamá en marzo mandó una nota para ver si la podíamos ir a sacar de donde la tenían los militares. En 1982 me acompañé con el papá de mi niña mayor. Luego pasé el curso de brigadista y en 1983 salí embarazada y me mandaron a los refugios de Colomoncagua.
El 9 de junio de 1983 nace mi primera niña, la que se llama Sara Lilibeth, y estando ahí participo en la clínica clandestina, que servía para atender a los compas heridos que de aquí llegaban. Uno de esos heridos que llegó en 1984 fue el padre de mi hija y en enero de 1985 él sale de regreso para el frente y yo me quedo en el refugio. El 5 de junio de 1985 él es muerto y en agosto de ese mismo año se me dice que me tenía que volver para incorporarme al frente. Y me tocó dejar a mi hija de dos años con mi mamá. Esa es una de las experiencias más dura que yo he tenido en mi vida.
Ya estando de regreso en el frente, me incorporo como brigadista en la escuela militar. Ahí paso el curso como alfabetizadora, y cuando lo termino, me envían para las fuerzas especiales donde ahí todos los compas deberían de saber leer y escribir. En esa fuerza conocí al papá de mi segunda hija, Celina Leticia. Nos fuimos para el cerro Cacahuatique en 1986. En junio se ataca a la tercera brigada de San Miguel. A mí me tocó quedarme en el puesto administrativo.
El día siguiente del ataque nos cayeron los helitransportados y nos tocó que enfrentarlos. Casi nos capturan a todos y todas. Pasamos sin comunicación por tres días con los demás compas. Luego nos volvimos a encontrar después con los compas que habían participado en el ataque. Nos llevamos la sorpresa que habían muerto 17 compañeros.
A finales de 1986, salgo embarazada de mi segunda hija y me envían para el refugio nuevamente. Ella nace el 29 de agosto de 1987. Allí me incorporo al de propaganda que tenía la Congregación de madres donde se sacaba un bokiin para denunciar lo que allí sucedía a los refugiados. Ese taller era coordinado por Lorenza, una compañera que ahora sigue coordinando la Congregación en la Segundo Montes. Luego me incorporo a un taller clandestino del frente que era dirigido por Juan José Rodríguez (ya murió).
En 1990 inicia la repatriación. Yo me vengo en la segunda que se vino a pie. Me incorporo nuevamente al frente y sigo trabajando en el taller de propaganda Estaba acompañada ya con él que es mi compañero. En 1991 y 1992 estuve en el centro de informática que tenía la comandancia del frente en ese entonces. Eso servía para mandar información para México, donde estaba la negociación.
Luego en 1992, cuando la firma de los acuerdos de paz, estaba en Perquín. Ya todos nos fuimos incorporando poco a poco a la vida civil. Luego tengo mi tercer hijo. Ángel Antonio nace el 5 de enero de 1993. Ya tengo conmigo mis tres hijos e hijas y empezamos a construir nuestra casa. Yo me incorporo a trabajar en un equipo de apoyo para la construcción del Centro Hogar en Perquín con Carmen Elena y otros compañeros también. En 1994, empiezo a estudiar bachillerato, lo que termino en 1996. Me congrego con las madres de San Fernando, la que es una bonita experiencia de convivencia como mujeres.
Hoy en 1998 he iniciado a estudiar en la universidad el profesorado en parvularia y sigo en la Congregación de madres aprendiendo manualidades. Además del trabajo en las CEBS, trabajo remuneradamente con Ayuda en Acción en la promoción a mujeres y jóvenes.